Soy una idiota

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Pov. Lisa

Cada músculo de mi espalda está rígido como una tabla.

Lentamente estiro mis largas extremidades, pero el dolor es demasiado y me hace estremecerme y retroceder.

Hay una rigidez aún más fuerte en mi cuello, por quedarme dormida contra el reposabrazos del sofá.

Agarro el costado de mi cuello y lo giro lentamente para aflojar el músculo.

Me palpitan las sienes como si tuviera una diminuta banda de rock en la cabeza, dando su concierto más ruidoso hasta el momento.

Anoche fue indefinidamente la noche más dura de mi vida.

Después de que Rub... Jennie se fue, Rosé se sentó conmigo mientras me ahogaba en una botella de vodka.

Lo que resultó en que me convirtiera en un desastre lloriqueante.

Lloré como una adolescente que tuvo su primer rompimiento.

Estoy bastante segura de que Rosé no entendió una maldita palabra de lo que dije a través de mi estado de ebriedad y mis fuertes sollozos.

Siento la cara pegajosa e hinchada por las lágrimas.

Mi garganta está ronca de llorar e intentar explicar mis sentimientos.

Todo eso no se compara con mi corazón roto.

Juro que puedo sentir el órgano desgarrándose causando un dolor agudo en mi pecho.

–¡Levántate y brilla Paris Hilton!–Rosé cantó alegremente, mientras rebotaba por mis escaleras.

–Uf, deja de gritar–gimo, mientras intento empujarme para sentarme.

Tengo un dolor de cabeza terrible.

Mi cerebro se siente como si estuviera nadando a través de un pantano espeso.

Descanso mis codos en mis muslos y entierro mi cara en mis manos.

–Apuesto a que te sientes como si un camión te hubiera atropellado–bromea mi terrible amiga, mientras se ríe a mi costa.

–No es genial, Rosie–murmuro, mientras me levanto inestablemente de mi sofá y me dirijo a la cocina.

No podía soportar dormir en mi propia cama anoche sin ella.

Café.

El café es una necesidad en este punto.

No es solo una necesidad, es mi salvavidas si quiero sobrevivir este día.

–Los niños se han levantado–murmura Rosé, mientras me sigue a la cocina.

–Gracias.

Camino lentamente por mi cocina para comenzar a preparar café y el desayuno para mis hijos.

Rosé vacilante se sienta en la mesa de la cocina y me observa cuidadosamente desde una distancia segura.

Puedo sentir sus ojos clavados en mí, mientras trata de averiguar el estado en el que me encuentro.

La verdad, es que no tengo ni puta idea de dónde estoy ahora mismo con mis emociones.

Solo sé que mi cabeza está palpitando por esta resaca y estoy tratando de concentrarme en permanecer en la posición erguida para poder llevar a mis hijos a la escuela.

–¿Qué?–finalmente le espeto a mi amiga, mientras me sirvo un poco de café, negándome a mirarla a los ojos.

–¿Vas a traerla de vuelta?

You are me Destiny/Jenlisa(G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora