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— 𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧 𝙊𝙢𝙣𝙞𝙨𝙘𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚 . . .
Nuestra Haru, se encontraba junto a Tsukasa ayudando a reorganizar los materiales necesarios que se necesitarían para la nueva construcción de almacenes que habían pedido la gente del campamento. Tsukasa se encontraba ayudando con la tala de árboles y Haru sólo se concentraba en ayudar a las personas que fueron revividas hace poco, para que tengan conocimiento sobre el trabajo y igual ya sepan hacerlo por ellos mismos.
— Bueno ahora, les explicaré que es lo que deben hacer... —comenzó a caminar en círculos— primero, debemos de conseguir madera, lo usarán y construirán paredes con ellas, segundo con ayuda de algunas conchas que tenemos guardados, al aplastarlas, conseguiremos carbonato de sodio y al quemarlo junto con arena podremos obtener mortero, es cemento básico. —suspira cansada.
— Y tercero, solo tendrán que pasarlo por la madera y así conseguimos un nuevo almacén —paró de caminar y giró ver a las personas en frente suyo sería— ¿entendieron?
Aquellas personas solo la miraron inquietantes y claro, se mantenían quietos por aquella mirada fija que tenía Haru puesta sobre ellos, que Clara-mente ninguno quería contestar por miedo a ser mutilados por ella.
Nuestra protagonista captó la inquietud en sus rostros y entendió que lo que les había explicado era ciertamente para ellos un poco más complicado de entender y ella pensaba que debido a eso se mantenían callados sin decir ni una sola palabra.
Así que es así...
Ella solo se movió un poco hacía adelante para hablar con ellos, pero en cambio ellos retrocedieron un poco por su repentino movimiento.
—los mirá con molestia— No se preocupen, no les haré daño —declaró
Al hablar con sinceridad ella se sentía relajada, pero al parecer en esos instantes todos a su alrededor se encontraban arrodillados y ella solo no sabía que creer.
— ¡¿Eh?! ¡¿qué hacen?! —ella no podía creerlo y sólo se pego a ella misma en la cara con frustración.
Al parecer todos tienen la imagen equivocada de mí...
Lo que no sabía nuestra protagonista es que desde lejos, alguien la estuvo observando y luego de ver aquella escena decidió acercarse curioso.
— Oh, parece que lo tienes todo bien controlado, Haru —se acercó lentamente colocándose a lado de ella.
—Al verlo le dedica una pequeña sonrisa— Ni me lo digas, parece que ellos sólo me ven como una amenaza, —cruzo sus brazos resignada— nose que pensar Ukio.
— O quizás sea lo contrario —insinuó— quiero decir, que ellos solo sienten respeto hacía tí.
