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- 𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖 𝙃𝙖𝙧𝙪 . . .
-Suspiro aliviada- hacía mucho que no disfrutaba de un caliente baño en las aguas termales...
Mientras disfrutaba del tan desolado lugar que me habían indicado Taiju y Yuzuriha, de repente se me vino a la cabeza un vagó recuerdo de estar tomando un baño ahí mismo mientras hablaba con alguién. Ya me parecía extraño al haber encontrado está pared aquí y ahora entendía el porque la habíamos hecho.
Ah, y los dolores de cabeza se fueron minimizando con el paso del tiempo, así que ahora ya no me duele tanto al recordar algo cómo antes, creo...
Aja, así que para eso servía esta pared de madera, pensé que solo era para estar apoyados en ella mientras tomabas un baño
Comencé a reír por mi tontería, tanto que me limpie una lágrima que ya estaba saliendo por reír demasiado.
- Bueno, fue lindo mientras duro, pero creo que ya debería irme, no puedo arriesgarme en quedarme mucho tiempo aquí, seguro ya mandaron a alguién para la aldea -me hable a mi misma.
Salí de ahí para comenzar a vestirme y así empezar a caminar con ayuda de un mapa improvisado que había hecho Yuzuriha para no perderme.
En el camino como me empezó a dar hambre solo saqué de mi maleta un envase que contenía zarzamoras, fresas y arándanos.
No es mucho, igualmente como lo mínimo siempre
Lo decía mientras sentía el jugo de las frutas en mi paladar disfrutando cada uno de ellos.
Al terminar de comer las frutas guardé el envase en la maleta y saqué el mapa para distinguir el camino. Y al verlo me di cuenta que ya estába por llegar, solo me faltaban 20 kilómetros más para llegar. Bueno eso era lo que había calculado al ver el mapa, seguí caminando admirando cada parte del bosque y respirando el aire puro sintiéndome parte de ella.
-Inhale aire y exhalé- el aire puro es sin duda unas de mis cosas favoritas para disfrutar de la naturaleza... -sonreí felíz.
Luego de caminar 8 kilómetros, en el camino pude distinguir a una persona desde dónde estaba, corri hacía la persona exasperada y al ver su espalda era nada más ni menos que Gen, podría reconocer su estilo de ropa en cualquier lado.
Me acerqué en silencio hacía él para asustarlo, al ya estar atrás suyo toqué su hombro, dio un sobresalto asustado y se dió vuelta y al verme suspiro aliviado, pero se quedó procesando por unos segundos y su cara cambió por completo.
- ¡No puede ser! ¿¡qué haces tú aquí!? -me señalo todavía no creyéndose de mi presencia.
- Ah no nada, Tsukasa me ordenó que te siguiera porque sospechaba de vos -dije con tranquilidad y su expresión cambió a uno más aterrado.
