Carl y Natasha aprendiendo a sobrevivir juntos.
"es en ese momento en el que te das cuenta que algo está roto dentro de ti y jamás podrá ser reparado"
"soy veneno, vengo de veneno"
"aveces siento que tengo una fuga y cada buena acción que pude hacer...
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— pensé que... podríamos hablar —soltó James sentándose al lado de Nat.
la rubia solo se quedó en silencio, era de madrugada y ella se encontraba en una plataforma de Alexandría, muy extraño lugar, pero era tranquilo.
— habla tú si quieres —James la observó unos segundos y miró abajo.
— cuando eras una bebé —Nat cambio su rostro— y llegaste a casa... yo, ya sabes, te ví —Nat lo miró— tus ojos verdes eran enormes... la niña más ojona que había visto.
ambos soltaron una risita.
— me miraste y creí que llorarías porque... mamá siempre dijo que los bebés solo eran molestos por llorar —se encogió de hombros— pero no, sonreíste y yo... grité como loco diciendo cosas como: "¡me sonrió, ella me sonrió!" —él movía sus manos como si fuera ese niño de nuevo— y entonces lloraste porque yo grité...
ambos empezaron a reír.
— ahí eras tan pequeña, débil y... gorda —Nat hizo un gesto de ofensa al muchacho quién levantó la mano levemente para seguir hablando— con el tiempo creciste y dejaste de serlo.
— si bueno, con lo que comía día a día... tus sobras, era necesario —él la observó unos segundos— ¿por qué hacías eso?
— no quería cuidarte... nunca lo quise, estaba enojado de que ellos no lo hicieran pero yo no quería hacerlo —ella asintió— no puedes culparme... yo no sé cuidar bebés, menos niños cuando en lo que debía de concentrarme era entrenamientos.
— está bien —murmuró en voz baja— ya no importa... pero deja de intentar algo conmigo, por favor.
— ¿qué?
— yo no... quiero tener esperanza alguna de que alguna vez me amarás como una hermana —se aclaró la garganta— yo tampoco quería encontrarte si de eso sirve algo...
