TFM | Scott Mccall debe volver al pueblo que lo vio crecer después de varios años por algunas incógnitas, pero esta vez no vuelve solo, sino que con Lissa Mccall, su hija
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La tia Lydia y sus ayudas
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Lissa bajo de la patrulla sin antes despedirse del sheriff, tomo las llaves de la casa y entro, cuando la misma puso un pie adentro, el ambiente se sintió tenso, por no decir que además se escuchaban varias voces.
Lissa tomo un paraguas que se encontraba al lado de la puerta al ver como un hombre rubio bajaba por las escaleras del piso de arriba, la Mccall puso en pose defensiva mientras que el mayor sonrió divertido haciendo que Lissa se sienta confundida.
—No creo que quieras pelear conmigo. —hablo el rubio y la ignoro dirigiéndose a la cocina de la casa.
Lissa bajo su paraguas y comenzó a caminar lentamente hacia la cocina con el ceño fruncido, todo su cuerpo se destensó cuando vio a su padre junto a Chris y una mujer pelirroja.
—¡Tía Lyds! —Lissa chillo sonriendo y corriendo hacia la única mujer en la cocina.
Lydia recibió a su sobrina con los brazos abiertos y una sonrisa, la apretó contra ella, mientras que la morena reía con felicidad en su oído.
—Mi hermosa Issa —murmuro Lyd en el oído de la adolescente mientras que acariciaba su cabello—. Que hermosa que estas, por dios. —dijo la mayor apenas se separaron.
—Te extrañé tanto, tía. —Lissa hizo un puchero sacando una sonrisa a la pelirroja.
—Yo también, cariño —afirmo—. Pero sabes todo el tema del trabajo y todo eso. —Lydia volteo los ojos haciendo que Lissa sonría.
—Aww, qué linda escena —el rubio soltó mirando a las dos, Lissa frunció el ceño de nuevo aún al lado de su tía—. Voy a ignorar que hace unos segundos casi me pegas con lo que tienes en la mano.
Los mayores miraron el paraguas que Lissa aún tenía en su mano.
—Hija, él es Jackson —Scott presento mirando a su niña—. Jackson, ella es Lissa, mi hija.
El rubio simplemente sonrió antes de seguir comiendo una rebana de pizza, indignando a la menor.
—Hey, esa era mi cena. —reprocho la menor mirando a Jackson.
—Exactamente, era. —Jackson hablo poniéndose al otro lado de Lydia haciendo que la menor ruede los ojos.
—¿Siempre fue así de irritante? —la pregunta le Lissa resonó en la cabeza de Scott haciendo que este sonría divertido haciendo que los demás lo miren.
—Siempre lo fue, ahora se calmó un poco. —Scott respondió en voz alta haciendo reír a su hija.
—¿Por qué creo que ella le hablo telepáticamente? —pregunto Lydia mirando a su sobrina.
