Capítulo 5: Confesión

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<<Kimberly Brown>>

Abrí la puerta de mí departamento mientras miraba atrás esperando saludar a Bridgette otra vez, pero los vidrios de la limusina eran tan oscuros que no podía divisarla.

Me coloqué una camiseta blanca holgada con un estampado amarillo de Nirvana. Era de noche, aún así se me habían antojado unos panqueques de avena con crema.

Una vez que los tuve listos, preparé el sofá cama de la sala para comenzar a ver una película mientras comía mí aperitivo favorito, y luego decidí que dormiría cómodamente ahí. Lo último que recuerdo es dejar el plato cerca de la mesa auxiliar a un costado.

Y fui despertada de mí ensoñación por el ringtone de mí celular. Era la madrugada y pensé en matar al imbécil que...

— ¿Hola?— refregué mis ojos

— ¡Hola Kim!— gritó Elton con música de fondo

— Elton, voy a matarte— afirmé con el ceño fruncido

— ¡Esta noche en casa de Bridgette, no faltes!— y cortó la llamada el muy infeliz

No entendí nada de lo que dijo por el bullicio que tenía detrás, solo pude entender las palabras: noche y Bridgette.

Bridgette <3

Era tan hermosa con ese cabello platinado, piel morena y pecas adorables. Rasgos extremadamente fríos, ojos que no mostraban ni una sola expresión, pero cuando sonreía mí mundo se daba vuelta.

Quería estar con Bridgette de una forma amorosa. Sabía que no iba a suceder, ya que ella explicó que solo éramos dos personas teniendo sexo ocasional.

Les confieso algo: sé que está enamorada de mí.

Díganme lo que quieran, pero una mujer millonaria, que se ha acostado con mujeres de todos los lugares del mundo ¿Dejaría todo eso atrás por acostarse sólo con su empleada, salir y enviarle regalos?

Es algo dudoso ¿Verdad?

Esa reunión (de la cuál ya sabía) sería un momento perfecto para confesarle mis sentimientos. Nunca antes había hecho algo así, me ponía nerviosa de tan solo imaginarlo. 

La idea era causar una muy buena impresión a la jefecita, para que no pudiera apartar sus ojos de los míos.

De tanto pensar me di cuenta que ya eran las 05:00am, faltaba una hora para comenzar a preparar todo para el trabajo. No quería levantarme, así que dormí esa pequeña hora que tenía.

— Ya era tiempo de que hicieras eso mí querida Kim— habló Joseph al otro lado de la línea

— Cállate ¿Y tú cuando se lo dirás a Elton?— interrogué

— Eso es cosa del pasado, me confesó que está saliendo con alguien— susurró la última parte— Y es una chica

— Tienes que contarme esas cosas ¿Qué te pasa?— comenté ofendida

— Lo siento, he estado muy estresado y me olvido de las cosas— se lamentó imitando un llanto— Nos juntemos a desayunar alguna vez y te contaré todo

— De acuerdo— asentí aunque no podía verme— Entonces... ¿Te parece si voy así a la reunión?

— Sí, estarás increíble, amiga

— Gracias, si no haces todo acorde al plan te romperé tu bello rostro

— Piensas que es bello ¿No que eras lesbiana?— soltó una carcajada

— Tu piensas que soy linda y mírate, gay hasta los talones— me reí de él

Debido a la reunión terminamos de trabajar temprano, ya que éramos invitados. Regresé lo más rápido que pude a mí morada, cambiándome con mucha rapidez.

Joseph se quedaría con Elton, porque siempre que Elton y Bridgette estaban en una fiesta no se despegaban en ningún momento. Mientras que Elton estuviera distraído, yo guiaría a mí amada a su habitación para confesarle por fin que me gustaba y que quería que diéramos un paso gigantesco.

Acomodé la chaqueta de cuero negro después de amarrar mí cabello en una desordenada coleta alta. Coloqué un cinturón como adorno de la falda y unos cuantos collares dorados.

Me subí a mí Ferrari gris y conduje por el conocido camino hasta la casa de Bridgette, que ya se encontraba previamente iluminada con luces en el suelo guiando el sendero de la entrada.

Estacioné mi auto al lado de uno azul, subí al pórtico, toqué el timbre respirando de una manera lenta y pausada, encomendando al universo para que todo saliera acorde al plan.

— Kimberly— llamó Bridgette impresionada mirándome desde arriba hasta abajo

— Esa soy yo— le sonreí— ¿Llegaron los demás?

— Sí, pero aún faltan, me alegro que estés aquí— tocó mí nariz produciéndome cosquillas

— Me alegra estar aquí— me perdí en el profundo marrón de sus ojos, que por alguna razón brillaban con sutileza

— ¿Un trago?— me ofreció el vaso que tenía en la mano

— Solo por esta vez— lo tomé y bebí haciendo una cara rara después

Largó una carcajada, pero cambiando drásticamente de expresión, tomó mí cadera presionando mí cuerpo contra el suyo.

— Esta noche, no te salvas— me susurró al oído provocando que mí piel se erizara como puercoespín

Antes de la cena decidí ejecutar el plan. Le lancé una mirada a Joseph que entendió de inmediato llevando a Elton a la cocina para traer bocadillos.

Me acerqué a Bridgette para provocar que me siguiera a su habitación. Cosa que logré con facilidad al mostrar mí espalda descubierta a propósito.

En menos de cinco minutos nos encontrábamos sin ropa, mientras devorábamos la boca de la otra en su conocida cama.

— Bridgette— llamé y dejó de besar mí cuello

— Dime— miró mis ojos

— Me gustas— dije sin rodeos

— Tú también me gustas— acarició mis piernas

— No Bridgette, me gustas, quiero estar contigo

Solo escuché silencio…

A Nuestro Poliamor: Aurora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora