<< Kimberly Brown >>
— Hola, linda— recosté mí cuerpo sobre el marco de la puerta buscando una posición altanera
— Hola, preciosa— me dedicó una sonrisa socarrona y una mirada fogosa
— ¿Cómo te sientes? ¿Mejor?— cambié repentinamente mí actitud mientras ingresaba a la oficina
Me había quedado pensando sobre el episodio de Bridgette ayer. Como pareja me sentía demasiado preocupada por la situación y el estado de mí niña, pero verdaderamente la notaba un poco mejor.
— Sí, mucho. Gracias por tu ayuda preciosa
— No hay de qué mí dulce Bridgette— le resté importancia mientras me sentaba en su regazo
— Te quería entregar algo, espero que sea de tu agrado
— ¿Un regalo?— alcé una de mis cejas a modo de interrogatorio
— No me hagas esa cara, es mí forma de agradecerte lo que hiciste por mí
— Siempre estuve a tu lado, y siempre lo estaré, no tienes porque entregarme nada— acaricié un mechón de su cabello
Ignorando totalmente mí comentario comenzó a rebuscar algo entre los cajones del escritorio.
Alcancé a divisar una pequeña caja de terciopelo negro. Mí corazón retumbaba a mil por hora. Miré sus ojos, brillantes. Miré sus manos, algo temblorosas.
— Esto es especialmente para ti
Abrió la cajita y pude apreciar un precioso anillo, con un diamante incrustado en el centro y un fino decorado en forma de trenza adornaba lo demás.
— Oh, Bridgette, pero no tenías que...
Interrumpió mis palabras con un dulce beso, luego de esa acción se dispuso a colocar el anillo en mí dedo anular, encajando perfecto.
— Tomé la medida mientras dormías la otra noche— confesó sin rodeos para luego reír al igual que yo
— Te amo Bridgette— dije con sinceridad mirando esos profundos ojos marrones
— También te amo Kimberly
Mí corazón no aguantó más e hizo que me aferrara a ella en un fuerte abrazo, fundiendo nuestros labios en un beso profundo.
— Ahora...— acarició mi mejilla— ¡A coger!
Ambas explotamos en risas. Y entre besos y caricias nuestros abrigos cayeron primero.
— Espera— se detuvo en seco mirando la puerta entreabierta
— ¿Qué sucede?— pregunté de sobresalto
— Creí ver a alguien
Caminó rápidamente hacia las puertas, miró por los lados, examinó el pasillo y volvió a entrar cerrando con seguro.
— No hay nadie, seguro fue mí imaginación— se encogió de hombros
— Puedo revisar las cámaras, si gustas
— Nah, mejor ocupamos ese tiempo para nuestra pasión— sonrió pervertidamente
Se abalanzó contra mí y ya sabrán lo que pasó en ese cuarto secreto...
Con mucha lástima no pude cruzarme a Bridgette el resto del día. Las dos teníamos bastantes cosas que organizar, sobre todo debía encargarme de un tema demasiado importante.
— Muy bien Ethan, siéntate
El muchacho se encontraba completamente estático en su lugar. Traté de cambiar mí cara de pocos amigos para que no se sintiera incómodo en mí presencia.
— Creería que leíste el correo que te envié con sumo cuidado
— Está en lo correcto, señorita Kimberly— asintió, bajando un poco su nerviosismo
— Entonces... ¿Quieres ser mí nuevo asistente? — interrogué esperando su respuesta
— Es un gran placer, lo aceptaré y ¡me esforzaré al máximo!— exclamó seguro de sí
— Esa es la actitud Ethan, nos llevaremos muy bien— estreché nuestras manos
Nos dispusimos a la firma del contrato, le aclaré algunas dudas respecto a su trabajo y oficialmente empezaría a correr su asistencia mañana mismo.
No lo había asignado solo como mí asistente, sino que también le podría ayudar un poco a Astrid, para que así no tuviera demasiadas cosas encima.
Luego de que Ethan se despidiera alegremente de mí, tocaba encargarse del gusano de Hunter quien realizaba la liberación de su antigua oficina, así que solo me dispuse a corroborar aquello.
— Gracias por no despedirme en su totalidad, señorita Brown— comentó con tristeza
— Tú mismo te lo buscaste, no me pongas esa cara afligida porque no sentiré pena por ti. Date prisa que el nuevo asistente comenzará mañana, necesito esta oficina despejada pronto— dije firmemente y con mí semblante frío
— Sí, señorita Brown
— Disfruta tu nuevo puesto en relaciones públicas
Le dejé un aviso a un guardia de seguridad para que vigilara a Hunter, le faltaba unos cuantos tornillos asi que podía suceder cualquier tipo de cosas.
Una vez terminadas esas tareas, me dispuse a ir al living para que pudieran atenderme ya que mis tripas rugían por un plato de pollo frito, con una ensalada, claro.
— ¿Joselyn?— pregunté a la nombrada— ¿Eres tú, Joselyn?— me acerqué al pequeño cuerpo oculto en un compartimiento
— ¿Kim?— me miró con ojos llorosos y lastimeros— ¡Aléjate de mí!
— ¿Eh?— quedé en mí lugar atónita— ¿Qué te sucede? ¿Por qué lloras?
— Porque me rompieron el corazón, tú... y Bridgette— confesó
— Osea, que te gusta Bridgette— deduje de inmediato
Todo el mundo gustaba de Bridgette ahora...
— ¡Me gustan las dos!
Abrí mis ojos como platos y pensé: pero... Si ni siquiera nos conoce ¿Verdad? Hemos pasado muy pocos momentos juntas, aunque… admito que sí era bastante linda y tierna.
— ¿De qué diablos hablas?
— ¡Ya sé! Está mal, pero no puedo evitarlo, ambas me trataron excelente cuando llegué. Ambas me comenzaron a gustar en esos pocos momentos que pasé a su lado, pero...— se quebró nuevamente— Ví que Bridgette te entregaba un anillo, luego se besaron y seguramente se van a casar. Me siento tan estúpida
No pude evitar largar una carcajada a toda esa película que se había armado en su cabeza.
— Ay, mí querida Joselyn...
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chan Chan CHAN... una dura confesión por parte de Joselyn ¿verdad?
Cambiando un poco de tema. Sí, Bridgette tiene un cuarto secreto en su oficina. Solo consta de una cama doble, una buena iluminación y un armario con ropa extra por si las moscas. Solo Kimberly y Elton saben de esto y, claro está, del personal que construyó el edificio xd.
El siguiente capítulo estará en salsa ultra picante, prepárate!
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A Nuestro Poliamor: Aurora
Teen FictionMuchos pensarán que el poliamor no existe. Que es una farsa o incluso una enfermedad. Para la sociedad no se puede amar románticamente a dos o más personas a la vez. Lo cierto es que el poliamor es completamente verdadero, y está comprobado incluso...