A Nuestro Poliamor: Aurora

Capítulo 10: ¡Otra enamorada!

<< Joselyn Harris >>

Por fin todo estaba saliendo bien en mí vida. Había conseguido no uno, sino dos trabajos que amaba y atesoraba con mucha pasión.

Las pasantías en Imprent eran de lo mejor, me permitieron conocer a mucha gente y desarrollar aún más mí creatividad.

Y conocer sobre todo, a ellas <3

Con la primera hubo un encuentro bastante grato, después hubieron unos momentos que fueron por casualidad, pero aún así me gustaron pasarlos con ella. Con la segunda, no tuvimos un encuentro muy común, pero luego la encontré en un momento no tan bueno para ella.

Como los baños en el piso que me encontraba no funcionaban, me fui corriendo a los siguientes, ya que tenía un trámite urgente que atender por el jugo de naranja de esa mañana.

Por fortuna, nadie se encontraba ahí, así que pude hacer mis necesidades con mucha tranquilidad. Ya había terminado y estaba a punto de abrir la puerta del cubículo cuando se escuchó que alguien entró.

Decidí quedarme ahí porque me daba algo de vergüenza ver a la chica, pero cuando escuché una respiración forzosa, similar a un llanto, no dudé en salir.

— ¿Estás bien?— acaricié su espalda con gentileza— Bridgette, cálmate, tienes un ataque de ansiedad

Abrí el grifo y mojé su rostro hasta que logró regular su respiración. Me abrazó con mucha fuerza, con leves temblores, permitiendo que mí corazón diera un vuelco al sentir su firme agarre y su dulce aroma.

— Gracias. Perdón por esto— miró los mosaicos del suelo

— No te preocupes, no fue molestia

— Eres la chica que conocí en Cloth, Joselyn ¿Me equivoco?

— No te equivocas, tienes muy buena memoria

Me observó de pies a cabeza. Imité su acción y sentí vergüenza. Era demasiado linda, y estaba vestida de una manera sumamente sofisticada con una blusa blanca y falda de tubo ceñida, cabello impecable y maquillaje de ensueño. Mientras que yo, con una falda y blusa simple, cabello enmarañado y maquillaje de segunda mano.

— Eres la que realiza las pasantías en Imprent— me sacó de mis pensamientos negativos

— También una buena intuición

— Deducción— corrigió— Me preguntaste por puestos, teniendo un trabajo y a las semanas te encuentro aquí, es un poco obvio

— Quizás para ti, que eres muy inteligente— reí

— Y tu hermosa

Mis mejillas, mejor dicho, toda mí cara se puso completamente roja. Ella hablaba, pero no podía prestarle atención, sus palabras quedaron incrustadas en mí cerebro como dulces melodías que...

— Joselyn ¿Estás bien?— sostuvo mis hombros

— Sí, sí, el trabajo— mentí rápidamente— Me tiene un tanto estresada

— Te entiendo perfectamente, un día de estos salgamos a tomar algo, así nos distraemos las dos

Lavó sus manos y rostro nuevamente y pensé: ¿Cómo su maquillaje no se ha corrido aún? O ¿Si quiera tiene maquillaje? Es un ángel después de todo ¿Su rostro puede que sea natural?

— Sí, me encantaría— carraspeé

— Vamos a Imprent, yo también iba para allá

Nos dirigimos hacia dicho destino. Estábamos demasiado cerca. Mi Joselyn interna chillaba fuerte. También se había enamorado perdidamente de la jefa.

— Aquí nos separamos— anunció— Fue un placer encontrarte de nuevo, y gracias por tu ayuda, pequeña— acarició mí cabeza

Me quedé estática en la  posición que me encontraba, perpleja. Y pasé mí mano por el lugar en que la suya tocó mí cabello.

— Oh, vamos Joselyn. Tú no— interrumpió mis sueños una compañera que me había ayudado bastante en mí estadía

— ¿Yo no qué, Amy?— pregunté confundida

— ¡Otra enamorada de la jefa!— tapé su boca mirando a todos lados

Pero estaba en lo cierto. Me había enamorado de Bridgette Poe, mi casi jefa.

Una vez terminó el día y llegué a mí departamento deteriorado, me hice una sopa instantánea para cenar y ví una peli en un canal que no conocía.

Pasadas las 10:00 pm ordené mí cuarto para acostarme en la cama improvisada, la cuál solo era un colchón en el suelo y unas cuantas mantas.

Aún así me gustaba vivir con lo justo. Prefería esto, a despertarme en camas diferentes de hombres que ni siquiera me acordaba de sus nombres.

Aburrida, decidí irme a dormir, no sin antes cepillar mis dientes y colocarme un vestuario diferente al que llevé en todo el día y el sonido de mí teléfono me alertó de una llamada.

Llamada entrante

Número desconocido...

Dejé que sonara por unos segundos, al mismo tiempo que me tiraba en el colchón. Fue ahí que contesté:

— ¿Qué hay de nuevo, Mac?