Capítulo 19: Buenos ratos

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<<Kimberly Brown>>

Una semana después…

Nos había comenzando a costar un poco mantener nuestra distancia tanto en el ámbito laboral como fuera de las puertas de la empresa.

No podíamos salir demasiado a lugares públicos por la prensa, así que nos manteníamos ocultas en nuestras casas, pero siempre las tres juntas.

— Entonces...— interrumpió Elton de camino a mí oficina— Un trío se formó

— Cállate Jones, habla más bajo o te parto la cara— cerré mis ojos intentando bajar mis humos

— Pero que chica más agresiva— comentó de sorpresa— Igual, me da mucho gusto— sonrió

— ¿Si?— levanté una de mis cejas dudosa por el comentario

— Sí, sabes que a Bridgette la conozco desde hace muchos años y sé también algunas cosas por las que ha pasado y me alegra que por fin haya encontrado no a una, sino, dos personas a quienes amar y ser feliz— fue bajando el nivel de su caminata

— No conocía esa faceta tuya, a decir verdad

— Eres una gran persona Kimberly, y por lo poco que conozco de Joselyn, deduzco que también lo es. Solo... Cuiden a Bridgette, por favor

— Elton— me giré y lo miré a los ojos— Daría mí vida por esas dos mujeres— dije firmemente y Elton sonrió de oreja a oreja

Habíamos acordado con las chicas encontrarnos en el estacionamiento subterráneo de la empresa, para poder irnos juntas a mí departamento, ya que ese día me tocaba a mí.

Por suerte Bridgette pudo terminar a la hora acordada. Joselyn y yo, ya nos encontrábamos en el estacionamiento para irnos en mí auto.

Ya que ninguna tenía la suficiente energía para cocinar, nos decidimos en pedir sushi en Japón para llevar, junto con potes de helado.

Ese restaurante llevaba una década sirviendo sus deliciosos platillos y era conocido no solo aquí en New York, sino en todo Estados Unidos y algunas partes del mundo ya que era el lugar donde los padres de un escritor famoso tenían su comercio propio.

Pero no me pregunten el nombre. No soy muy buena con ellos.

Intentamos enseñarle a Joselyn comer con los palillos, cosa que resultó en desastre, así que terminamos alimentándola nosotras dos.

Luego de la comida, nos dispusimos a limpiar la mesa auxiliar donde comimos y preparamos el sofá cama del mini linving para poder acostarnos y continuar nuestra serie: The umbrella academy, mientras bebíamos los helados.

— Chicas...— habló Bridgette con demasiada seriedad

Levanté mí cabeza y miré su rostro para que supiera que tenía mí atención.

— ¿Si?

— Qué les parece... ¿Si se mudan a mí casa y comenzamos a vivir juntas?— se quedó mirando a la nada

Joselyn y yo intercambiamos miradas.

— Pues... Yo no quiero ser un estorbo chicas— confesó la pequeña

— Creo que es muy pronto, pero podríamos intentar— opiné

— Sí, pensé lo mismo y si... ¿Se mudan pero a medias?

— ¿Qué quieres decir?

— Que se queden todos los días en mí casa, pero a su vez tengan el lugar en el que viven, por si acaso

— Me parece perfecto así

— Pagaremos la renta de Joselyn y...

— ¡No! Yo tengo trabajo déjenme a mí con eso, por favor — juntó sus manos y nos miró con ojos de cachorro

— Bien— acepté— Pero me llego a enterar de que ese cerdo te ha puesto un dedo encima y...

— No Kim, no harás nada, por qué no pasará nada— tomó una de mis manos

No les gustaría saber esa historia, créanme…

— ¿Porqué nunca me dejan terminar mis amenazas?— hice puchero

Y así fue que empaqué unas cuantas maletas, dejando solo dos mudas de ropa en mí viejo placar. Había decidido en pagarle a una ama de llaves para que de vez en cuando limpiara el departamento y no se llenara de pura tierra.

— ¿Se están acomodando?— Bridgette apareció atrás de mí

— Sí, los roperos que nos hiciste están preciosos, muchas gracias Bridgette— sonrió Joselyn

— Pequeña ¿Esa es toda tu ropa?— interrogué mirando una sola maleta pequeña

— Sí — comentó con orgullo— Sé que es poca, pero es muy linda y me hace feliz

Miré a Bridgette y le sonreí con picardía.

— ¡Iremos de compras!— dijimos al unísono

— Y no volveremos hasta llenar ese placard

— Enserio no es necesario, chicas— hizo un ademán con las manos restándole importancia

— No me importa lo que digas, quiero gastar todo mí dinero en vestir ese precioso cuerpo y luego desvestirlo— colocó las manos en sus caderas con orgullo

— ¡Sí!— levanté mí puño

— Chicas...— sus mejillas se pusieron rojas como un tomate

Una vez que terminamos de ordenar un poco nuestros  elementos personales como en la habitación y el baño, nos dispusimos a improvisar un poco el almuerzo para poder pasar toda la tarde comprando ropa para Joselyn.

Y así partimos a la misma plaza de tiendas de ropa donde se encontraba también Bridgette Cloth exhibiendo sus vestuarios.

— Bien... Iremos a todas las tiendas y compraremos todo lo que te guste— sonrió Bridgette

— ¡Vaciaremos las tiendas!— agregué efusivamente

A Nuestro Poliamor: Aurora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora