<< Bridgette Poe >>
Fue bastante raro despertar en una cama improvisada en el suelo. Kimberly y Joselyn dormían como dos ángeles entre sábanas y almohadas. Y como mí ansiedad no me permitía dormir bien desperté muy temprano.
Había decidido que iría a la empresa a eso de las 07:30 am, así les daría un poco más de tiempo a ellas de descansar.
Para matar el aburrimiento me dirigí a mi amplio vestidor que se encontraba en la tercera planta. Un lugar privado, el cuál consideraba un tesoro y al que no cualquiera podía entrar.
Corregí algunos garabatos antiguos que había pegado dispersos en las paredes de esa habitación, pero luego me centré en encontrar el outfit del día, comenzando a buscar en la parte de bleisers.
Una vez me cambié, bajé y me encontré con las chicas, algo somnolientas.
— Buenos días— sonreí
— Buenos días— Kimberly se acercó a mí y le dí un beso en la frente— Preparo el desayuno y nos vamos a trabajar— comentó
— No, déjalo cariño. Yo me ocupo de eso, ve a darte tu ducha matutina— ofrecí
— Pero tu vestuario se puede ensuciar— frunció su ceño
— No importa, tu ve tranquila— acaricié su cabeza como un perrito comenzando una mini pelea
— Yo haré el desayuno con gusto— ofreció Joselyn— Trabajo en la tarde, así que no se preocupen y dejen de pelear ¿Si?— nos sonrió con sus ojos cerrados interrumpiendo las protestas de Kim
— Gracias— le agradecí por haberme salvado
Finalmente Joselyn preparó el desayuno como había dicho, mientras Kim se duchaba y yo me dispuse a sacar a mis hijos al patio para que pudieran tomar aire fresco.
En un sector había diversos juegos, tanto caninos como gatunos, para que todos pudieran divertirse y jugar hasta que se cansaran.
Una vez que todo estuvo listo nos despedimos en la puerta de entrada:
— ¿Segura que no quieres quedarte? No habrá problema si lo haces, pequeña— tomé las llaves de la camioneta
— No te preocupes, Bridgette. Vayan tranquilas a trabajar que yo iré a mí casa
— Pero te cuidas mucho— añadió Kimberly saliendo de la vivienda
— Ustedes igual— le siguió el paso a Kim— Intenten no estresarse tanto— sonrió— La pasé increíble
Y así se fue Joselyn, quién caminó por la acera tranquilamente hasta que dobló en una esquina y la perdimos de vista entre la multitud.
— Cuando lleguemos consulta su número de teléfono— dijo Kim
— Sí, eso planeaba. Le mandaré un mensaje para saber si llegó bien— aceleré al dar el verde del semáforo
Tuvimos que separarnos al llegar, así que cada una se dirigió a su puesto de trabajo, pero cuando llegué al mío, me encontré con un verdadero infierno al informarme que hoy, exactamente a las 02:00 pm tendría una cita con Page y su pareja.
— Señorita Poe ¿Se encuentra bien?— me preguntó Evie
Ella era mí secretaria personal, estaba a cargo de organizar todas las citas con las parejas y darme aviso de las mismas.
— Sí, es solo que lo olvidé— sobé mí frente
— ¿No leyó mí correo señorita? Le había enviado el cronograma de hoy, ayer por la noche— comentó angustiada
Ayer por la noche... Declaraciones de nuestro pasado, cena, peleas de almohadas... Las imágenes vinieron una tras de otra a mí cabeza.
— No, lo siento, estaba algo ocupada anoche, por eso no revisé mí correo. No es tu culpa, no debes preocuparte— intenté consolarla para que se quedara tranquila
Amarré mí cabello en una coleta firme, había empezado a hacer mucho calor de forma repentina tras la salida de Evie de la oficina.
No.
Mis manos comenzaron a temblar, el corazón palpitaba a mil por hora en mí caja torácica, unas gotas de sudor empezaron a escurrir desde la frente hasta las patillas y una respiración irregular se escuchaba en la habitación.
No. Contrólate Bridgette. ¡No!
Pasaron unas cuantas horas así...
— Cariño, seguramente estuviste tan ocupada que no le hablaste a Joselyn— cerró la puerta— Me dijo que llegó... ¡Bridgette! ¿Qué sucede?— me tomó entre sus brazos
— Page vendrá hoy— le confensé un poco aturdida
— Si esa perra intenta hacerte algo, la tomaré de los pelos y...
— No, Kim— comenté fríamente mirando hacia el ventanal— Soy una profesional y como profesional, no dejaré que el pasado influya en mí trabajo— miré sus ojos
— Te ves tan sexy cuando pones esa actitud— mordió su labio inferior— Me quedo contigo de todas formas
— Me leíste la mente— le sonreí
— Señorita Poe— llamó Evie desde la puerta— Aquí está la pareja
Abotoné mí bleiser, me senté en la amplia silla giratoria mientras cruzaba mis piernas y colocaba la expresión más fría que podía poner.
— Hazlos pasar— resonó mi voz en la habitación
Con mí vista periférica, ví a Kimberly a un lado, pero después centré toda mí atención en las posibilidades de que fuera ella.
Mismo nombre, muchas podrían tenerlo. Misma fecha de nacimiento, también muchas personas podrían tener eso. Pero el mismo lugar de residencia, todos nos conocíamos en Telluride.
No podía ser solo coincidencia ¿Verdad?
Y todas mis dudas se despejaron cuando hice contacto con esos ojos primaverales.
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A Nuestro Poliamor: Aurora
Teen FictionMuchos pensarán que el poliamor no existe. Que es una farsa o incluso una enfermedad. Para la sociedad no se puede amar románticamente a dos o más personas a la vez. Lo cierto es que el poliamor es completamente verdadero, y está comprobado incluso...