14. Guarda un secreto más

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Night School, pt.2

En momentos como estos envidiaba a Allison, Jackson y Lydia. Eran ajenos a la realidad y vivían una vida normal, sin hombres lobo, brujos y demonios acechando a cada instante ni extraños vómitos de sangre negra que se evapora. Sin preocupaciones por exponerse ni tener que estar en alerta constante. ¿Qué estarían pensando ahora mismo?

—Ahora en serio, ¿por qué estáis aquí? —preguntó finalmente Jackson, algo más receloso.

Miraba a Derek con cierto miedo, tanto que había preferido guardar la distancia entre nosotros y había vuelto al lado de su novia. Lydia tampoco parecía muy confiada, tenía los ojos entrecerrados mientras analizaba la situación.

Me mordí el interior de la mejilla, con nerviosismo, porque no iba a ser fácil engañarla. Lydia podría jugar con Jackson a ser una ilusa, pero sabía que su inteligencia estaba muy por encima de la nuestra.

—Eso no importa —dijo Scott, con una calma que nos sorprendió a todos— Tenemos que marcharnos lo antes posible.

Aun así, había sonado autoritario. Allison y Lydia dieron un brinco en el sitio al darse cuenta y, aunque sorprendidas, estuvieron de acuerdo. Jackson, por el contrario, no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. Se colocó delante de Scott y lo miró con desprecio.

—No pienso moverme de aquí sin ninguna explicación, McCall.

Me crucé de brazos en busca de algo de calor y me froté la herida disimuladamente; todavía me escocía un poco y notaba como los arañazos latían bajo el vendaje, pero al menos ya no me sentía tan traspuesta.

—Bien, pues ahí te quedas —dijo Stiles, sonriendo irónicamente antes de darle la espalda.

Scott también decidió ignorarlo y, aunque no hubiera sido mi elección predilecta, entendí que la mejor justificación que podíamos dar era ninguna. Los tres estaban demasiado cerca de averiguar toda la verdad y no era nada conveniente. Carraspeé suavemente para quitarle hierro al asunto y presté atención a mi hermano mientras seguía hablando con las chicas.

—¿Cómo habéis llegado aquí?

—En coche —contestó Lydia firmemente, sacudiendo la cabeza como si fuera una obviedad— Lo hemos dejado en el aparcamiento.

—¿Y no había nada más? —prosiguió.

Lydia frunció el ceño y torció la cabeza hacia un lado, como un cachorro que no entiende las instrucciones de su dueño. Pero Lydia estaba lejos de no entender nada, de hecho, parecía estar sospechando demasiado. Si seguíamos mintiendo, nos iban a pillar.

—¿Quién iba a estar en el colegio por la noche? Es un plan horrible, si me preguntas, incluso para una cita.

Lydia puso los ojos en blanco y alzó las manos en el aire, haciendo que sus pulseras tintinearan hasta hacer eco en el pasillo desértico. Soltó un quejido exagerado y volvió a colocarse junto a Jackson.

—Hemos visto el coche de Stiles —mencionó Allison en un susurro, señalando con el pulgar algún lugar tras su espalda.

—Está hecho una porquería, por cierto —puntualizó Jackson, asqueado, y rodeó con un brazo los hombros de Lydia.

Su gesto desprendía cierta superioridad, algo que siempre había despreciado de él. No era la primera vez que intentaba hacer a alguien sentir inferior, y cuando se trataba de Stiles siempre lo atribuía a su coche. Vi como sus hombros se encogieron y, por un momento, pareció más pequeño antes de alzar la voz y contestarle.

lobos || teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora