Mis latidos aceleraban cada vez que la motocicleta de Daryl aceleraba, si, le tengo mucho miedo a las motocicletas, me siento muy descubierta y la velocidad es mucho más fuerte que la de un auto, desde pequeña tuve ese miedo a las motos y su velocidad tan alta.Me aferre a la espalda del motociclista escondiendo mi cabeza y cerrando mis ojos fuertemente, los ochos kilómetros se hicieron eternos, todo el camino fui apretando mis brazos al rededor del ballestero.
Siento como la motocicleta se detiene pero aún no abro mis ojos, al parecer me gustaba esa posición o el motociclista, no lo se, espero que sea la primera.
—Ya puedes soltarme. — la voz de Daryl me hace abrir mis ojos. Bajo de la moto rápidamente al darme cuenta que ya estamos en la comunidad, sentí algunas miradas raras de parte de del grupo.
—Yo también respiró ¿sabes? — habla el motociclista, me quedé mirándolo confundida por lo que dijo pero luego de un momento lo entendí, se refería a que lo apreté mucho durante el viaje y al parecer no lo dejaba respirar bien, la vergüenza me gano y sentí el calor de mis mejillas poniéndose rojas.
—P-Perdón, no soy muy amante de las motocicletas.
—Se nota. — esta vez habla Rick. —No lo soltaste por un segundo.
Mierda.
Por que siempre se tiene que meter en todo, parece que nunca me quita la mirada de encima, sabe todo lo que hago y dejo de hacer, algunas veces me da miedo.
—Bueno, bienvenido a Alexsandria. — habla Deanna. —No se si Aaron les comunico en el camino que tendrán que hacer un tipo de entrevista para poder conocerlos más, y espero que se haga rápido ya que en pocas horas oscurecera.
Todos se miraron confundidos pero luego de varios minutos entramos uno por uno, algunos tardaban más y otros menos pero pudimos terminar antes de que anochezca.
Aarón nos dio un mini tour por el lugar y todos nos quedamos con la boca abierta, hace mucho tiempo no veíamos un lugar en tan buen estado y con gente conviviendo normal, como lo solían hacer antes de que toda esta mierda sucediera.
Nos detenemos en frente de una casa que era igual que algunas de las que habíamos visto por el recorrido, Aarón se pone en frente de la casa y de nosotros y habla.
—Bueno chicos, hasta ahora solo tenemos una sola casa libre para que puedan dormir ustedes, tiene dos cuartos con camas matrimoniales y una habitación con dos camas individuales, en los baños hay agua caliente y en la cocina podrán encontrar alimento, espero que se acomoden y puedan descansar, mañana va a ser un nuevo día y hablaremos mejor, descansen.
Aarón se despide de todos nosotros, todavía no puedo procesar que hay agua caliente, no recuerdo la ultima vez que me bañe con agua caliente, ni siquiera me acuerdo cuando fue la última vez que tomé una ducha, esto parecía un sueño, ya quería entrar y correr hacia el baño y tomar una ducha caliente y cambiarme esta ropa sucia.
Entramos a la casa y nos encontramos con una sala de estar muy hermosa y acogedora, había un sillón bastante grande, y del otro lado estaba la cocina, era bastante grande, justo en frente de la puerta principal estaban las escaleras, era todo completamente hermoso.
Todos se sentaron en la sala de estar para poder acomodarnos y ver como dormiriamos, yo solo me senté en una esquina de la habitación ya que sabia que seguramente dormiría en el suelo o en cualquier otro lugar que no sea en las camas.
—Yo creo que una de las camas matrimoniales se la deberían de quedar Maggie y Gleen ya que son esposos y la otra que se la queden los niños, las otras dos camas individuales arreglen ustedes, por mi esta bien que duerma en el suelo o tal vez con mis hijos. — habla Rick.
—No es necesario que dormamos en la cama matrimonial, podemos dormir en el suelo y dejar la cama para otros. — exclama Maggie, ella siempre tan dulce.
—No. Ustedes se quedan en esa habitación y listo. — ordena el sheriff.
—Yo creo que es mejor si Rick y sus hijos duerman en una cama matrimonial y que las chicas decidan quiénes duermen en las camas que sobran, y bueno los demás dormimos en la sala. — me atrevo a dar mi opinión llamando la atención de todos ellos.
—Valeria tiene razón. Se pueden quedar Rosita y ella en esas camas. — habla de nuevo el líder.
—Nono, de ninguna manera, que duerma otra chica en la cama, dormi en lugares peores, no me va a hacer daño dormir en el suelo.
Luego de discutir un rato decidimos que Tara y Rosita dormirán en las camas individuales, Carl y Judith dormirán en la cama matrimonial que sobra, los demás dormiremos en la sala.
Carol estaba revisando la alacena para ver que tenía para preparar, encontró verduras y con ellas hizo una ensalada, no nos quejamos hace mucho no comíamos de esta forma.
Todos nos deboramos la comida en un instante, los platos quedaron vacíos. Carol estaba a punto de juntar la mesa pero yo me apresure a detenerla.
—Ve a descansar, yo juntare los platos y me encargo lavarlos mañana por la mañana. —aunque no le caigo bien ella acepto y fue buscar sabanas para todos los que dormiriamos en el suelo.
Termine de juntar los platos y solo pensaba en tirarme en cualquier esquina y dormir, apago la única luz que estaba encendida, la de la cocina, me dirigo hacia la sala donde todo el grupo estaba durmiendo o eso creía, lo único que me deja ver es la poca luz de la noche que entra desde la ventana, con esa poca luz llego a ver que Daryl está acostado en el sofá, tiene su brazo derecho sobre su rostro tapandolo, no puedo evitar observarlo dormir, como una estupida me quede parada en mi lugar solo mirándolo a el.
—¿Acaso me estas acosando? — la voz de Daryl me hace saltar de un susto, ¿como mierda me vio?
—Si te estuviera acosando no estaría en frente tuyo sino que escondida.
Me dirigo hacia una esquina para asi acostarme y acomodarme lo más posible para no estar incómoda o sentir frio.
Me abrazo a mi misma intentado calentar un poco mi cuerpo ya que por el frío del suelo se me hacia imposible dormir, aparte ya estábamos en otoño y el frío se hacia más notable cada dia.
—Ey. — escucho la voz del ballestero pero la ignoro.
—Valeria. — otra vez.
—¿Que mierda quieres?
—Uy, alguien no está de muy buen humor.
—Tu eres el menos indicado para hablar Dixon.
—Esta bien, ¿te quieres acostar en el sofá?
—No. —aunque me moría de ganas por acostarme en ese calentito sofá no quería que pensara que necesito algo de el.
—¿Estas segura?
—S-Si. —dudo un poco en la respuesta.
—Bueno. —sabia que el no me rogaría en nada, el no es de esos hombres que son caballeros, tal vez no era así antes del apocalipcis, o tal vez perdió a su novia o esposa y por eso es así de seco.
—Esta bien, mejor si, me muero de frío. —me gano el frío, no aguantaba un minuto más ahí.
Por la poca luz pude ver la sonrisa de ganador en sus labios, era jodidamente atractivo. El se levanta del lugar y me lo deja libre para que yo pueda acostarme, me levanto al igual que el y me siento en el sofá.
—¿Seguro que no tienes frio?
—Si. Pase por fríos peores. — responde.
Nunca había mantenido una conversación con el sin que nos pelearemos o nos hablemos mal, era raro pero raramente me gustaba hablar sanamente con el.
—Igual te debía una. —vuelve hablar.
—¿Por que?
—No dijiste nada sobre el beso.
El beso, mierda.
—¿Por que tenías que mencionarlo? Ya me estaba olvidando de ese horrible momento. —miento.
—Aja, se que te gusto.
—Ni de broma.
Ambos reimos en silencio, nunca lo había visto sonreír, es que es atractivo en todas las formas.
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Solo tú (+13) Daryl Dixon
RomanceUna chica que vive feliz en una cabaña, sin problemas y completamente sola sale en busca de comida. Pero nunca pensó que ir detrás de un cerdo la llevaría a conocer a un grupo de personas. Mucho menos pensó enamorarse de uno de esos integrantes del...