D O C E

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La luz del día ya pasan por las cortinas de la ventana dándome justo en la cara haciendo que instintivamente tape mi rostro con las sábanas.

Odio despertarme temprano y mucho más que me despierten, aunque sea hasta la propia luz del día.

No tengo muchas ganas de levantarme, me faltan ánimos. Hoy me marchare y eso es lo que me desanima. Y otra vez lo estoy dudando, por un lado quiero quedarme y seguir disfrutando de esta vida tan buena, pero por otro lado no quiero volver a ver a ese idiota. Nunca me pasó lo mismo con nadie. Bueno. Si. Pero fue con el idiota que pasé tres putos años de vida, los desgaste tanto con esa persona, que ni siquiera quiero nombrar.

Al principio de la relación estaba tan jodidamente enamorada de él, hasta que me enteré de que se acostaba con mi mejor amiga, me daba tanto asco dormir en la misma cama con él desde que me enteré, y no se como carajos pude durar un mes más con el idiota. Lo sé, soy una completa estupida. No se por que se me cruzo por la cabeza que cambiaría o que me lo diría el mismo.

Después de mi relación con él no volví a enamorarme de esa manera de alguien, no quería que me volvieran a lastimar de la forma en la que él lo hizo. Pero a estas alturas creo que estoy volviendo a sentir esa chispa por el tarado, imbecil, idiota y estupido de Daryl, lo odio tanto, pero es tan lindo.

Basta Valeria.

Ya es hora de levantarme aunque sea por las fuerzas, enserio, no soy de las personas que se levantan como si nada luego de despertar. Y tampoco de las que se levantan con tan buen aspecto que digamos.

Voy hacia el baño que se encuentra justo al frente de mi habitación y me desago de la ropa que llevo puesta para meterme a la ducha caliente.

Si este será el último baño que me daré con agua caliente lo voy a disfrutar de más.

No entiendo como pasó tanto desde tiempo. Ya son las diez y media de la mañana y yo me entre a bañar a las diez.

Salgo de la ducha y le doy gracias a Aarón que me puso en una casa con una mujer tan ordenada que pone toallones en el baño por que si fuera por mi, no tendría no con que se secarme.

Vuelvo a mi cuarto y me pongo lo más cómodo que encuentro en el placar, que son unos jeans no tan apretados, una camisa blanca, una chaqueta bastante abrigada y por supuesto mis borsegos.

Bajo las escaleras y voy directamente hacia la cosina, no esperaba encontrar a nadie ahí por las horas que eran pero no fue así. Se encontraban Denise y Tara tomando un té con tostadas.

Intente poner mi mejor cara y me acerque a hablarle ya que no se habían dado cuenta de mi presencia.

— Buenos días. — les sonrío.

— Buenos días, Val. — mi amiga me devuelve la sonrisa.

— Buenos días, Valeria. — habla Tara pero ella no sonríe.

— ¿Quieres que te prepare algo? — pregunta Denise.

— Nono, gracias, ahora me preparo yo. Tu desayuna tranquila. — paso por su lado y le doy una palmada en el hombro.

**

H

ace más de una hora que estoy dando vueltas por Alexandria pensado en otro plan de escape.

Puta madre esto parece de peliculas.

Ya no puedo escapar esta noche ya que me dijo Denise que también asistirá a la cena como invitada de Tara y quiere que vallamos juntas para no sentirse sola en algún momento y para no estar incomoda. Y es obvio que le dije que si.

Solo tú (+13) Daryl Dixon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora