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Hace 12 años atrás fue donde lo conocí; yo vivía tranquilamente con mi familia en un pequeño poblado lejano a la capital principal de los 3 reinos Sano.

Era adoptado, por lo que me contaron, mis padres biológicos murieron tras ser víctimas de un incendio forestal cerca de donde vivíamos, abandonado en las orillas de un río rodeado de un inmenso humo abrasador fui rescatado por una pareja, padres de un crío de aproximadamente mi misma edad, él y yo fuimos criados juntos hasta la adolescencia su nombre era Chifuyu Matsuno.

Mientras crecía fui testigo de las incontables migraciones de mi nueva familia, no sabía el por qué ni para que, la primera y última vez que pregunte solo me contestaron que era necesario para estar a salvo, no entendía el porque del terror impregnado en el rostro de mi madre adoptiva cada que salía de la hacienda sin preguntar, no hasta el día que cumplí 19 años de edad que lo descubrí de la peor manera posible.

El reinado Sano, uno de los más fuertes imperios de la década nos gobernaba, su principal regente el emperador Shinichiro Sano, cuyos hermanos dirigen las 3 regiones principales, Emma Sano, Izana Sano y por último Manjiro Sano, el menor. Este último era conocido por su temible sed de sangre, hambre de muerte y un corazón cruel incapaz de sentir piedad incluso por él ser más pequeño y frágil de la tierra. "Un alfa sin omega es igual que un alfa sin alma, sin amor, sin corazón" era lo que siempre narraba los ancianos en las juntas del viernes en aquella vieja cabaña donde trabajaba mi familia, el pueblo era tan pequeño que incluso si un nuevo árbol de cerezo crecía arriba del monte todos se enteraban y el era nuevo tema de conversación durante semanas.

Mi sueño siempre fue viajar, explorar nuevas tierras y navegar en barcos por todo el océano, pero aquellos sueños se hicieron añicos al instante "no puedes" fue la corta, directa y brusca respuesta de mi madre cuando se lo comente, no importaba cuanto preguntará el verdadero porque, seguía respondiendo que era peligroso, mas yo sabía que había algo más que que no me estaban diciendo, pero yo no me rendiría hasta descubrirlo sea por las buenas o por las malas, ese fue mi más grande error.

"La curiosidad mató al gato Takemicchi"

Mi reina - MaitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora