_ Aún no hemos encontrado nada su majestad
Sin piedad alguna, se comenzó a dar paso a un pequeño río de sangre mientras la cabeza de aquel inocente esclavo caía al suelo brincando frente a sus pies.
_ Manjiro cálmate
No quería escuchar, no quería escuchar, estaba harto, harto de las pesadillas, harto de sí mismo, de todo.
¡¿PORQUE AÚN NO ENCONTRABAN A SU OMEGA?¡
_ Manjiro recupera la cordura por favor
Pequeñas gotas saladas comenzaron a recorrer su pálida mejilla espantando a su acompañante
_ Ya pasaron 5 años, 5 años... buscando ciudad tras ciudad, hogar tras hogar ¡QUE MIERDA QUIEREN QUE HAGA!
No eran lágrimas de dolor, ni de tristeza, eran de frustración y agonía
_ ¡POR QUE EL MALDITO DESTINO ME CASTIGA DE ESTA MANERA ¿CUAL FUE MI ERROR? ¿CUAL FUE MI PECADO?!
Los gritos desgarradores se escuchaban fuertemente retumbando las paredes de aquellos aposentos mientras varios objetos eran destruidos uno tras otro.
_ ¡MI OMEGA, NECESITO A MI OMEGA, DRAKEN YA NO LO SOPORTO, MI ALMA SE DESPEDAZA CADA SEGUNDO, CADA SEGUNDO SIN ÉL ME TORTURA, NECESITO SU AROMA, NECESITO VERLO, TOCARLO!
Draken solo presenciaba la escena en silencio, le dolía ver a su amigo de esta forma, sus ojeras, su palidez y aunque su fuerza no se ha debilitado su cuerpo se mostraba cada vez más delgado, no comía, no dormía y mucho menos salía de su habitación estas últimas semanas.
_ Hay... hay pueblos que aún no hemos buscado envíe a Baji y Mitsuya personalmente para buscar hasta el último rincón del reino solo espera un poco
_ ¿Esperar más? ¿Cuánto más eh? ¿1, 2 o tal vez 3 años más?
Se acercó a él débilmente.
_ ¿Por qué no lo entiende? ¿por qué no lo entienden?!
Agarró sus ropas bruscamente mirándolo cara a cara
_ Estoy cansado...
Necesito que me salven de este calvario, de esta pesadilla, de esta maldita oscuridad que nubla mi vista.
Sálvame omega...
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Mi reina - Maitake
Historical FictionMe lo quietaron todo, fue tan solo un segundo, un pestañeo, un momento donde toda mi vida fue forzada a cambiar repentinamente, sin siquiera una palabra, grite, llore y suplique, aun retumban en mi cabezas los lamentos aturdiendo mis sueños cada noc...