Más tarde, Solveig se enteró de que Anémona había regresado a ver qué pasó con el barco que hundieron. Según la información que la sirena recabó al inspeccionarlo, no se trataba de un knarr, sino de un nuevo modelo, en el que el diseñador había fusionado el tamaño y maniobrabilidad del knarr con la capacidad y velocidad de los drakkar, barcos de guerra temidos en las regiones cercanas y no tan cercanas. 

Sin embargo, tanto la indicación de la manufactura del barco como las inscripciones que indicaban el nombre del país de donde venía, indicaban como origen el reino de Kuivuudenmaa,del cual la sirena no tenía conocimiento alguno, siendo probablemente un país recientemente fundado o que por algún motivo había cambiado de nombre. Por tanto, Anémona informó rápidamente a los reyes humanos de Toivonpaikka, Haakon y Cressida, acerca de este asunto, con la intención de que ellos pudieran enviar algún mensaje a esa nación para que hicieran algo al respecto y así evitaran o al menos disminuyeran las excesivas cacerías por parte de los pescadores.

Y en efecto, la propia reina Cressida se encargó de visitar Kuivuudenmaa, con lo que además de lograr que disminuyera la pesca en todas sus modalidades, trajo información acerca del origen del reino. Este país tenía poco tiempo de haberse creado, y aunque tenían un extenso territorio, la mayor parte no estaba ocupado por humanos, sino por seres mágicos que habían huido de Heland y otros reinos donde los rechazaron. Esto sólo hizo que sus acciones fueran más reprobables, ya que los seres mágicos usualmente tienen una mejor comprensión de la naturaleza, y por tanto también respetan más a los seres vivos. Pero de todas formas, Cressida pudo hacer que dejaran de cazar de manera tan constante y despiadada, cerrando el caso satisfactoriamente por el momento".

—¡Qué bueno que la reina los regañó por meterse con las ballenitas! — exclamó un niño, siendo ruidosamente apoyado por los demás pequeños, que estaban de acuerdo.

El narrador también asintió: —Sin duda alguna, se lo merecían y más, pero vamos a dejarlos por ahora para ver qué pasó con Solveig— y continuó:

"Después de unas cuantas semanas, por fin el tío Google volvió a su cueva para descansar antes de un nuevo viaje, pero antes de que pudiera acomodarse apropiadamente para la parte de "descansar", llegaron de nuevo a visitarlo Werner, Ari y Solveig.

Tras la larga explicación de la sirenita acerca de lo que había pasado, Werner hizo un resumen más preciso para que el kraken entendiera mejor lo sucedido. Por lo tanto, cuando pudo procesar toda esa información, el tío Google hizo el equivalente a cruzarse de brazos y regañó: —Por eso decía que todavía no deberías aprender magia, pequeña. Te sentiste con frío y cansancio porque comenzaste a gastar tu propia energía para activar las runas, eso te afectará si continúas haciéndolo, sobre todo mientras estás creciendo. 

—Oh... — Solveig por fin entendió tanta negación del kraken para enseñarle, pero eso no la iba a detener: —¿Y cómo funciona la energía? — preguntó astutamente.

El tío Google, sin percatarse de que estaba por caer en una trampa, explicó: —Según nuestra clasificación para el estudio de la magia, existen tres energías: la positiva, la negativa y la neutral. La neutral es el estado natural de todo. La energía positiva es la que todas las personas y seres vivos tienen en su interior (sin importar la especie a la que pertenezcan), mientras la energía negativa es la que tienen los objetos y los seres no vivos. Los hechiceros pueden usar cualquiera de las dos, aunque es normal que algunos se enfoquen más en la positiva y otros en la negativa, e indistintamente de esto, podemos percibir los cambios entrenando nuestro aens, la habilidad de percibir los cambios en la energía mágica del mundo, lo que es más fácil para los que nacimos como seres mágicos. Pero los hechizos básicos son los que requieren de energía positiva, o sea la que viene del propio hechicero. Las runas pueden funcionar con cualquiera de las dos energías, aunque lo más recomendable es usar la energía negativa para activar su poder. No esperaba que pudieras usarlas tan fácilmente, ni que las pudieras escribir adecuadamente tan pronto.

El astro de las profundidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora