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Con tan sólo una semana de entrenamiento intenso, mis tres "alumnos" habían progresado de una manera impresionante, pero aún les faltaba lo más simple.

Autocontrol.

Me había percatado de que ninguno de ellos era consciente de lo que significaba tener magia en su interior, y el peor error que pueden cometer los aspirantes a hechiceros es omitir la sensación que les brinda la magia al fluir por su cuerpo.

Creo que he sido muy buena con ellos.

"¿Hoy vamos a avanzar al siguiente nivel?" -Preguntó el príncipe, emocionado.

Negué. "Quiero que todos se pongan de pie frente al melocotón que dejaré frente a ustedes" -Ellos me miraron extrañados- "Confíen en el proceso"

Asintieron y siguieron mis indicaciones al pie de la letra.

1. Posicionarse frente al melocotón.
2. Activar el torrente de energía y drenarlo en el melocotón.
3. No dañar el melocotón bajo ninguna circunstancia.
4. Utilizar suficiente magia para elevarlo y no dejarlo caer aún cuando hayan distracciones.
5. Mantener el flujo de energía constante.

Verlos poner toda su concentración en el melocotón volando por los aires, me sacó una sonrisa estúpida ante la situación.

Pasaron alrededor de dos horas y los vi comenzar a sudar. Gotas de sudor se deslizaban por sus frentes y caían en el pasto bajo sus pies.

"¿Cuánto tiempo más haremos esto?" -Él príncipe Hyunjin se quejó.

"Hm" -Fingí calcular el tiempo- "Hasta que pasen mi prueba"

"Me duelen las palmas. La energía está comenzando a quemarme" -Jeonse sonaba suplicante.

Sujeté mi barbilla. "Eso pasa cuando no tienen control de su propia magia" -Caminé detrás de ellos- "Su propia magia jamás les hará daño. Siempre y cuando sepan utilizarla"

Había olvidado mencionar que ocasionalmente, Lee Minho se unía a los entrenamientos. Pero, más que unirse al nivel de los demás, intentaba captar los consejos que les daba y aplicarlos por su parte.

La mano de Jisung tembló. "Esto es más difícil de lo que pensaba"

Palmeé su hombro. "Y eso sólo es el comienzo" -Saqué mi espada y le traspasé mi energía- "Ahora deben protegerse, sin dejar caer el melocotón" -Los señalé con la espada- "Si dejan caer el melocotón, van a seguir practicando los mismos hechizos hasta que los dominen. Si no lo dejan caer y salen ilesos, comenzarán a practicar conmigo los hechizos avanzados"

"¿Puedo unirme?" -Entrecerré mis ojos en dirección al chico que se había mantenido al margen de nosotros. Practicando sus movimientos de espadachín a una distancia prudente.

"Claro, Lee Minho" -Le lancé un melocotón- "Tú deberás traspasarle energía a la fruta, mientras luchas conmigo"

Él asintió. Le gustaban los desafíos tanto como a mi.

"¿Están listos?" -Pregunté en voz alta. Los chicos asintieron, no muy confiados de sí mismos.

Encendí todo tipo de energía en mi cuerpo, necesitaría mucha para luchar contra cuatro personas sin lastimarlos, porque claro, no quiero apuñalarlos o darles un golpe que los deje inconscientes, aunque podría pensarlo con el príncipe heredero.

Me sentía ligera como una pluma cuando me deslizaba por todo el campo. Aún cuando estaba empuñando mi espada, mis pies estaban prácticamente flotando por el el pasto color verde intenso.

Si tuviera que calificar la fortaleza de cada uno de ellos, diría que Jeonse es el que tiene más debilidades. Él intentó defenderse pero teme lastimarme, de modo en que su energía deja de lado la fruta y se enfoca en dar golpes limpios que no me lleguen directamente.

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