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El tiempo pasaba tan rápido como el agua del río.

Llevaba semanas desarrollando mis poderes y creo que en este punto ya no tenía más hechizos para dominar. El diario de mi abuela había sido de gran ayuda y mi talento natural, heredado por ella misma, me había permitido avanzar aún más rápido en el dominio se la magia.

Sin embargo, no planeaba utilizar mis poderes hasta que fuera estrictamente necesario. Sólo le hablaría de ellos a quienes les tenía confianza, los demás vivirían en la ignorancia.

La sangre Oh, no es un juego, nacimos para ser hechiceros poderosos. Probablemente para salvar el mundo y acabar con las guerras, la sequía y el hambruna.

"Oh Ayeong" -Gritó mi hermano.

Me volteé hacia él y comencé a aplaudir en el momento en que lo vi manipular el agua como si fuese parte de él. Definitivamente su talento estaba ligado al agua.

Todos podían dominar los cuatro elementos, pero cada persona tendrá cierta afinidad natural por uno de ellos. Jeonse era del grupo que domina el agua.

Hace unos días, Hyunjin descubrió que su naturaleza lo guía hacia el fuego mientras que Jisung pertenecía al aire.

Minho confesó que tenía más afinidad con el aire pero prefería la tierra así que se estaba dedicando a interiorizarse con ella. Eso lo convertía en un guerrero aún más poderoso.

Até mi cabello en una coleta desprolija y me acerqué a mi hermano para envolverlo en mis brazos con calidez.

"Estoy orgullosa de ti, Jeonse" -Acaricié su cabello y al alejarme, le di un pequeño empujón juguetón- "Creo que serás más poderoso que yo"

Él negó repetidas veces y dejó caer el agua en el río para que siguiera su rumbo natural. "No cabe duda de que la abuela te escogió a ti para llevar sus poderes. Yo sólo me dedicaré a estar a tu lado y protegerte las espaldas"

Jisung apareció de pronto y pasó sus brazos por nuestros hombros. "Y yo cuidaré la espalda de ambos"

Golpeamos sus costillas casi como en una caricia. "Yo los protegeré a ambos, ustedes sólo deben encargarse de sobrevivir" -Reí.

El príncipe heredero se acercó a nosotros, seguido por Minho, y me extendió un pergamino. Lo tomé entre mis manos, con una mirada extrañada.

"No sabía cómo decirles esto" -Hwang movió su nariz, demostrando incomodidad- "Y la verdad, creo que es el mejor momento para informarlo"

Intercambié miradas con todos, intentando buscar respuestas sin llegar a leer la carta.

Hermanos Oh,

La realeza solicita su ayuda en el frente sur ante la creciente invasión del ejército japonés. El rey no pretende faltar a su palabra, Señorita Oh, pero no le queda otra opción más que pedirle ayuda a dos de los herederos de la magia más poderosa del reino.
Ambos serán muy bien recompensados por su labor. Reiteramos que esta solicitud es por el pueblo, para salvar a aquellos niños, ancianos y mujeres que no pueden defenderse y que perdieron a sus padres en medio de la batalla.

Cerré el pergamino de golpe y miré a Hyunjin, incrédula.

"¿Por qué esperaste tanto tiempo para decírmelo?" -Exclamé.

Él me miró sin ningún rastro de miedo o arrepentimiento. "Llegó a tus manos en el momento en que me lo entregaron, Ayeong"

Abrí el papel color café desgastado y señalé el timbre de la realeza. "La tinta está seca, e incluso, me atrevo a decir que el papel está demacrado porque lo tuviste escondido en tu túnica todo este maldito tiempo"

ENCHANTRESSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora