Capítulo 1

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Lunes 03/10/2022.

El cielo estaba cubierto completamente por las nubes grises, apenas un rayo de luz se asomaba entre ellas, creando un ambiente para algunos triste, pero que a Liliana Ramírez le causaba sueño.

Aunque anhelara estar acurrucada en su cama, con muchos cojines a su alrededor, en la penumbra y con el aire acondicionado encendido, no podía. Hoy sería su primer día en la universidad luego de dos años sin estudiar, uno por estar trabajando en una librería y el otro por tomarse unas vacaciones en casa de su papá. El hecho de empezar de nuevo la ponía nerviosa, ya que por ser su primera vez en una universidad, no sabía cómo sería, con quienes estudiaría y cuál sería el sistema.

Rondaban muchas preguntas por su cabeza, preguntas que sólo serían contestadas si iba a la universidad.

Luego de una caminata por las calles de Lighttown, con la brisa fresca que anunciaba una fuerte lluvia, llegó a las puertas de la universidad, un par de edificios de dos pisos color blanco con algunos detalles en azul y aproximadamente veinticinco aulas de clase. No era muy grande, pero para ella estaba bien con tal de que lo que aprendiera en ese lugar le fuera útil tanto en su profesión como en su vida diaria.

Sin pensárselo dos veces Liliana entró a la institución y se dirigió a la coordinación, donde le indicaron cuál era su aula y le pidieron que esperara allá unos momentos.

No había pupitres como en el liceo donde ella estudiaba, sino una mesa y su silla para cada estudiante, y por supuesto el escritorio que le correspondía al profesor. Dos ventanas grandes daban vista a la entrada del lugar y a los autos que pasaban por la carretera de enfrente.

Además de ella se encontraban unas veinte personas más, de diferentes edades, la mayoría eran jóvenes entre 18 y 23 años, pero también habían algunos otros de 30, 40 o más edad. Una de las cosas que a Liliana le gustó de esta universidad, era que permitían el ingreso a todo aquel que deseara estudiar sin importar la edad que tuviera, aunque claro, tenía que ser bachiller.

— Buenas tardes. ~dijo y se sentó en una de las mesas de atrás junto a la pared. Algunos de los presentes le devolvieron el saludo.~

Un par de personas hablaban entre sí sobre la carrera que iban a cursar, que esperaban que no lloviera hasta que llegaran a sus casas, y otras cosas por el estilo. Los demás permanecían en silencio, sólo daban una mirada a su alrededor de vez en cuando para ver las caras de los que serían sus compañeros de clase y posibles amigos, durante los próximos cuatro años.

Entonces entró un grupo de cinco personas (tres hombres y dos mujeres) que saludaron a los presentes.

— Bienvenidos a la Universidad Nacional de Psicología. ~continuó uno de los hombres.~ Mi nombre es Pedro Almendariz, soy el director de esta sede de la UNP. Estamos muy felices de que hayan escogido nuestra casa de estudios, espero que en el recorrido de estos años ustedes lo den todo para lograr la meta, que es graduarse y sacar su licenciatura en psicología. Nosotros nos encargaremos de que su estancia aquí sea lo más gratificante posible. Siempre van a haber tropiezos que quieran impedir que se llegue hasta el objetivo, pero debemos levantarnos y seguir adelante, buscar una solución a ese obstáculo que se nos presente… ~siguió el director dando su discurso de bienvenida.~

El director Pedro Almendariz era un hombre alto, delgado, de piel algo morena. Su apariencia transmitía autoridad, pero sin llegar a ser imponente.

El director terminó su discurso y procedió a darle la palabra a otro de los señores.

— Buenas tardes, yo soy el coordinador territorial de la Universidad Nacional de Psicología, me llamo Alfredo Mendoza. Mi trabajo consiste justamente en coordinar toda la asistencia técnica que llegue a  las sedes de la UNP de la ciudad…

Lo Que Hay Detrás De Una MáscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora