Capítulo 11

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Lunes 07/11/2022.

Tuvo que hacer algunos trabajos aquí y allá, pero al fin pudo reunir el dinero para pagar la renta, y antes de irse a la universidad pasó a dejarle el dinero al propietario.

Esperaba ansioso el sonido de una llamada entrante. Aún no lo contactaban de ninguno de los negocios donde había dejado currículum.

Llegó a la universidad y encontró a Daniela cantando algo en inglés (con muy mala pronunciación por cierto) y a Liliana a punto de sumbarle un cuaderno en la cabeza.

— Asc mi wey mai gear ansid mey drot…

— Puedes por favor callarte. ~rogó Liliana apretando los ojos~

Ella ni le paró y empezó a cantar más alto.

— Te recomiendo que hagas silencio o Lila va a buscar algo para amordazarte. ~dijo Misael acercándose a ellas~

— ¡Misa! ¡Canta conmigo! Ar yu lonli? Oh finguer dancing were te mit… ~cantó Daniela. Liliana le pidió compasión con la mirada~

A Misa le resultó divertida la idea de fastidiar a Liliana y se unió a Daniela en su canción.

— ¡Ni siquiera saben pronunciar las palabras! ~se quejó Liliana~

Ellos continuaron cantando y riéndose de la molestia de Liliana.

— ¡Basta! Me voy. ~trató de irse al salón pero ellos la agarraron y empezaron a balancearse hacia los lados en una especie de baile~ ¡Suéltenme! ~dijo ella tratando de huir~

— If yu lonli, convi lonli wit mi.

— ¿Por fin terminaron?

— Si quieres empezamos otra vez. ~dijo Misael~

— ¡NO! ~exclamó y haló a los otros dos en dirección al aula. Ellos solo se echaron a reir~

En la clase les explicaron algunos métodos y técnicas de investigación, que les servirían para su proyecto de grado.

❈  ❈  ❈

— Quedamos así entonces, mañana traes los marcadores y Lili y yo hacemos la línea del tiempo. ~dijo Daniela a sus compañeros de grupo~

Ya habían salido de la universidad e iban caminando hacia su destino

— Si. ~afirmó Misael~

— Nos vemos mañana entonces. ~se despidió Daniela y se fue por su lado~

— Hasta mañana. ~dijeron Misael y Liliana al mismo tiempo~

Ambos quedaron solos,  en silencio. Silencio que, por raro que parezca cortó Liliana.

— Y… ¿alguien te contactó?

— No hasta ahora. ~contestó él haciendo una mueca~

— Solo hay que tener un poco de paciencia. En cualquier momento te llamarán.

En ese preciso instante el tono de llamada del teléfono de Misael empezó a sonar. Ambos se detuvieron y voltearon a verse sorprendidos por la coincidencia. Él sacó el teléfono de su bolsillo y contestó la llamada sin ver el número del contacto

— Misael Ortíz, buenas tardes.

— Hola hijo ¿cómo estás? ¿Cuándo vienes? Ha pasado tiempo desde la última vez que viniste. ~habló la voz de su mamá desde la otra línea~

— Hola ma' ~respondió algo decepcionado~ He estado bastante ocupado, voy a tratar de sacar tiempo para ir el domingo.

— ¿Sucede algo? No te oyes bien.

Lo Que Hay Detrás De Una MáscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora