10. Aún no se ha olvidado de mí.

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Días y días encerrada en una habitación con Miraí, aunque estaba bien amueblada;  tenía un baño, dos camas, una mesa con sillas, un espejo, un armario, y una ventana con rejas para ver el exterior, todo de color blanco, solo que no relucian como en el templo.

El Señor Lu vino una vez a vernos, era un día lluvioso, las nubes era muy grises, y el ambiente parecía melancólico.

Lu Zhon-Me temo que no puedo hacer nada por ti, aún desconocemos el por qué estás aquí, o cómo pudiste haber llegado, todo de ti es desconocido.

Esas palabras sonaron en mi cabeza por un par de días, ¿Quién era?, ¿Cómo había llegado hasta allí?,no me comprendía, no sabía quién era,¿A caso no era una típica universitaria por empezar su segundo año de carrera?, entonces, ¿Qué diablos hacía en el Cielo?, todavía no podía creer lo que veía, todo era tan irreal, como en un sueño, pero ni siquiera en ellos imaginaba algo así; cuidades, castillos, inmortales, personas con cabellos blancos y ojos rojos, además  no había manera de que el Cielo fuese sólido o de que yo pudiera vivir fuera de mi cuerpo. Fue en ese preciso momento cuando pensé en mi cuerpo y en lo qué había pasado con él.

Una mañana oí que alguien lanzó una piedra por las rejas de la ventana y me acerqué a ver, Miraí aún dormía, se había quedado a mi lado a pesar de ser absuelta de sus cargos, firmemente rechazó la orden de Lu Zhon de abandonar la habitación, verdaderamente la consideraba una amiga.

Cuando vi por la ventana mis ojos negros se abrieron bien grandes, allí frente a mí estaba, nada más y nada menos que, Gu Xian, llevaba túnicas negras, una capucha que cubría sus cabellos y rostro, además se lo veía más delgado y con lesiones en el cuerpo. Se acercó a mí sacándose la tela que cubría su rostro, al verlo quedé cautivada porque se había teñido el cabello de color negro, pero aún conservaba una pequeña mecha blanca, pensé, ¿Dos Lu Zhon?, su parecido era enorme, aún así el color de sus cabellos y la altura variaba un poco.
Lo observé por unos segundos, me fijaba particularmente en la comisura de sus labios, eran grandes y se veían tan dulces y rojos, él enseguida supo lo que estaba haciendo y giró su cabeza para un costado.

Gu Xian-Veo que has estado bien, niña. Tengo muchas cosas que hablar contigo, si estás dispuesta a escucharme, está noche te sacaré de aquí.

Solo pude responder con lo que sentía mi corazón en ese momento;
-Señor Gu, necesito de su ayuda, estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para volver a casa. Pero tengo una condición, quiero que Miraí escape con nosotros, y también que alguien me explique que pasa con mi cuerpo en la Tierra mientras estoy aquí.

Gu Xian-Claro. Sin embargo, me sorprende que Lu Zhon como líder no te lo haya dicho aún, está bien, está noche vendré por ti.

Tras decir esas últimas palabras se fue, pero¿qué era lo que el señor Lu aún no me había dicho sobre mí? ¿qué ocultaba, o quién era realmente Lu Zhon?.
El día transcurrió normalmente en prisión,  desayunamos, almorzamos y merendamos, estaba muy ansiosa; quería que la noche llegara, quería volver a verlo, anhelaba mi libertad.

Pensaba que quién podría imaginar que aquel hombre que había intentado lastimarme, sería el único que me ayudaría cuando estuviera en problemas, aún así algo en mi interior sospechaba de él y todavía creía en Lu Zhon, quién me había ayudado en un principio, y que ahora me tenía encerrada y sin saber sus verdaderas intenciones.

"La esperanza es lo último que se pierde”, pensaba, al menos conservaba un gramo de esperanza.

Ir al Cielo es algo maravilloso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora