13.Es el mismo aroma.

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Los guerreros que estaban allí presentes se habían revelado contra su líder por un bien mayor: al parecer se aproximaba una gran tormenta divina que azotaría ferozmente una vez más los cielos; que estaría prevista para dentro de dos semanas, y como la barrera mágica se encontraba dañada también causaría estragos sobre la Tierra, si ellos querían evitar ese terrible futuro, asumirían las consecuencias de traicionar al líder que los había protegido y ayudado en el pasado.

Sin embargo, aún me encontraba en el Cielo, y sin la autorización del líder no podría cruzar la barrera antes de la tormenta, Gu Xian estaba herido y en coma, y además éramos muy pocas personas, nada parecía ir bien, contábamos con poco tiempo y mucho que perder; eso me preocupaba aún más, no podía permitir que nada le sucediese a mi familia, y también a las buenas personas que había conocido, era mucha la presión que sentía sobre mis hombros que no lo soportaba.

Cuando me pusieron al corriente con todas las noticias, pregunté si tenía la oportunidad de ir a ver a Gu Xian, al principio dudaron, pero Jina accedió a llevarme a la habitación de él.
La habitación parecía tan grande y solitaria, había muchos libros y pinturas, las paredes eran blancas y solo las sábanas de la cama eran rojas; entre ellas estaba Gu Xian, se veía tan vulnerable dormido, verlo ahí tendido hizo que cayera de rodillas cerca del borde de la cama.
Aún seguía con sus cabellos negros, lo recuerdo, eran tan suaves y hermosos, cuando los sostuve en mis manos tuve el impulso de olerlos; era su aroma, ese hombre que tenía una venda en los ojos, en los brazos y en el pecho, era él, era Gu Xian.

No pude contener mis lágrimas, caían a mares, todo lo que le había sucedido era culpa mía, por internar salvarme salió herido de muerte y ahora no se sabía si despertaría, me sentía impotente e inútil, ¿a caso nada me podría salir bien en la vida?.

Tomé su mano derecha y la acerqué a mi rostro, su mano era áspera, la mano de un hombre que había luchado durante toda su vida; las caricias de esa mano me gustaban.

Esa noche, junto a su cama y mirándolo fijamente le hice una promesa;

-Gracias, Gu Xian, por todo lo que haz hecho por mí. Te prometo que siempre te recordaré, pero tomé una decisión, no importa lo que me suceda, velaré por la seguridad de mi familia y...por ti.
Así que, por favor cuando despiertes, no me odies. Recuérdame sí, no me olvides.

Ir al Cielo es algo maravilloso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora