En nuestro primer encuentro no había notado su gran belleza, pero ahora que lo veía así a plena luz de Luna y con atuendos más ligeros, me pareció que veía a un dios.
Gu Xian- Sal, niña. Puedo olor tu aroma a humana desde miles de kilómetros.
Volví a mis sentidos en cuanto escuché su voz:
-Lo siento, no quería espiarlo, solo pasaba por aquí y lo ví.Gu Xian- ¿Qué haces fuera del templo a estas horas?. Es peligroso, ¿A caso Lu Zhon es tan incompetente que te dejó libre para andar por ahí?.
Allí, no supe porqué, no deseaba irme.
-El señor Lu no sabe que estoy fuera, así que volveré. Adiós señor Gu.Cuando di la vuelta para irme sentí como tomaba mi muñeca con fuerza, pero al instante su agarre fue más suave.
Gu Xian- Espera, necesito disculparme contigo por lo que hice durante la cena.
Fue la primera vez que vi a una humana y no supe cómo reaccionar, sé que esa no es una excusa válida, pero, en verdad lo siento, Yuna.Me encontraba parada delante de él, y sentía que cada palabra que decía era un susurro a mi corazón, su voz era tan atractiva, y diferente a la que escuché antes, también su mano era más tibia que por un momento olvidé que con ella había intentado estrangular mi cuello.
Al voltear pude ver su expresión, en sus ojos había una chispa de luz, sus palabras sonaban tan sinceras que lágrimas salían de mis ojos, estaba tan triste, sin embargo aún así mi corazón latía fuertemente. Cerré mis ojos y al abrirlos estaba acurrucada entre sus brazos; brazos tan fuertes donde me sentía segura, él me daba la misma seguridad que el señor Lu.Gu Xian- No llores, niña. Te ayudaremos a volver a casa, no te preocupes.
Cada palabra que emitía hacía sonar mi corazón, me abracé aún más fuerte a él y permanecimos así por un largo tiempo.
En ese momento necesitaba un soporte para dejarme caer y al que encontré fue a él; un hombre que me lastimó pero que ahora estaba entre sus brazos; su cuerpo y su aura emanaban un aroma tan dulce.-Gracias señor Gu- dije cuando al fin pude decir una palabra.
Lo miré y me sonrió tranquilamente, no dijimos nada después de eso, solo me acompañó hasta el templo y luego se fue.
Al llegar intenté en vano dormir; no pude hacerlo, y sin darme cuenta había llegado el amanecer, era ligeramente más brillante que la noche, ahora todos se levantaban para emprender un nuevo día.Mientras desayunábamos con el señor Lu, no parada de pensar en Gu Xian y en lo que había pasado la noche anterior, estaba inmersa en mis pensamientos.
Lu Zhon- Yuna, ¿Me escuchas?, Pareces distraída, ¿hay algo que quieras contarnos?.
Escuchar su voz me hizo volver en sí, por un momento había olvidado a Lu Zhon y su amabilidad, sabía lo que tenía que hacer para así volver a casa.
-No es nada, señor Lu, no se preocupe.
Me gustaría saber la forma de poder ayudarlos antes de volver a la Tierra. Si puedo ser de utilidad estoy dispuesta a todo, Lu Zhon.Lu Zhon- Agradecemos tu prestancia, Yuna. Termina de desayunar y luego tendremos una reunión con el consejo de ancianos y los guerreros para tomar una decisión al respecto que sea favorable tanto para ti como para nosotros.
No entendía qué, pero algo en la voz del señor Lu sonaba distinto, era como si fuera otra persona, era amable pero a la vez distante.
Terminamos de desayunar y nos dirigimos a un gran castillo a las fueras de la cuidad, era enorme como los de cuentos de princesas, y tan magnífico que cegaba a cualquiera, pero ellos estaban tan acostumbrados que no se detuvieron a mirar y siguieron sus pasos.Para cuando me di cuenta me encontraba sola en ese gran castillo y sin saber a donde ir, subí las escaleras y me dirigí a una de las habitaciones dónde aparentemente no era la reunión, fui a otras habitaciones hasta que me di por vencida, ya estaba pérdida.
Vi un balcón con una mesa de cristal y dos asientos por lo que fui y me senté en ella dado que estaba exhausta, me recosté sobre mi brazo y observando el paisaje de grandes árboles, flores de distintos colores y preciosas aves, me dormí.Cuando abrí mis ojos nuevamente, vi a Gu Xian, al parecer también estaba dormido en la mesa, supuse que no habría podido dormir anoche por mi culpa. Me quedé viéndolo un momento, de cerca sus pestañas eran muy largas y negras, su piel se veía tan suave, su aroma era demasiado dulce que me atrapó y en su segundo me encontraba cerca de sus labios y oliendo su cuello, sabía que no era correcto pero en ese instante no tenía los sentidos ordenados, de pronto escuché una voz ronca y grave:
Gu Xian-Niña, ¿Ya te enamoraste de mí?, Tengo que advertirte que las relaciones entre humanos e inmortales están prohibidas-
Lo dijo con una sonrisa pícara para luego darme un débil toquecito en la frente con sus dedos. Tras oír esas palabras mi cara se puso roja de la vergüenza,¿Amor?, claramente no era eso.
-Señor Gu, ya no soy una niña. Tengo la mayoría de edad en la Tierra, y por supuesto, no me he enamorado de usted.
Gu Xian- Ya veo. En la Tierra podrás ser mayor, pero aquí no eres más que un bebé que empieza a gatear, jaja. Vamos, te están esperando para la reunión.
Sin decir una sola palabra lo seguí, llegamos a un gran salón con muchas mesas de cristales y de plata, los asientos dispuestos verticalmente a cada costado de la gran mesa daban un aire de excelencia; en las puntas de las mesas se veía a diez hombres, y dos mujeres que ocupaban los asientos principales, si bien eran mayores todos tenían expresión solemne y vivaz, esas personas eran del consejo de ancianos, quienes tomarían la decisión sobre mi futuro; y sobre el futuro de la humanidad.
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Ir al Cielo es algo maravilloso
AvventuraUna joven universitaria cansada de la misma rutina, un día común y corriente en sus vacaciones de verano, deseó tanto poder volar como lo hacían las aves, ir al Cielo era lo que anhelaba, ese misma tarde, voló...no supo cómo, pero se encontraba en e...