La verdad ante todo

136 29 4
                                    


Sentía que el cuerpo se me movía de un lado a otro, pero no era capaz de abrir los ojos, era como si un cansancio infinito me hubiera dominado el cuerpo y solo podía dejarme llevar. El ambiente fue cambiando, pude percibir como del fuerte viento se paso a un ambiente frío y algo húmedo hasta que la puerta de un lugar sonó y el calor se apoderó de mí.

-¿Qué pasó?

-La única cerveza que se tomó le hizo efecto mientras mirábamos el mar.

-Ah... Déjame, yo lo llevó a la habitación.

-Gracias, con cuidado.

Me sentí un sacó de papas, una superficie más amplia llegó a mi rostro y silencio. Posteriormente caí en un lugar muy suave y cálido. Una cama.


- o - 



 A la mañana siguiente desperté solo porque el sol me estaba llegando a la cara, me sentía renovado la verdad, nunca había dormido tanto y tan bien, con cero preocupaciones o esa sensación agobiante que debía levantarme rápido para ir a ver las fabricas de producción o visitar las escuelas urbanas.

Me senté en la cama, tenía el pijama puesto y estaba tapado. Miré mi alrededor y todas las camas estaban vacías, miré el reloj colgado en la pared... Las 10:00 am, era bastante tarde. Salí de la cama en dirección al baño y tomé una ducha como si el tiempo no existiera.

Me vestí con calma y dejé todo hacia atrás para ventilar el lugar aprovechando de abrir las ventanas que suponía que no estaban abiertas por mí. Bajé las escaleras y me dirigí al comedor donde me encontré con Mikasa y Jean compartiendo un café.

-Hasta que despiertas, pensamos seriamente que debemos prohibirte el alcohol luego de una semana de trabajo -Agregó Jean antes de pararse para ir a la cocina y traerme algo para desayunar.

-Buenas días Mikasa, Jean, pues yo creo que sería una buena idea, aunque no fue por la cerveza, fue por otra cosa que llegue dormido... Es que tampoco sé como llegue a la residencia. -Algo pasaba con mi mente, estaba nublada, como si el recuerdo de la noche anterior estuviera bloqueado por fuerza mayor, solo podía recordar como yo y Annie nos tomamos de la mano y salimos a caminar, luego nada.

-Annie llegó contigo a las 3 de la mañana y venías en su espalda totalmente dormido -Agregó Mikasa tomando su taza de café para darle una probada.

Fruncí el ceño al tratar de comprender cuando fue el momento en que el cansancio me venció y dejé que Annie me trajera en su espalda.

Jean trajo una taza con té, un vaso con jugo, pan y condimentos para ponerle al desayuno. No era su obligación, pero al ver que yo estaba aun como en una velocidad de reacción tan lenta que me tomó de los hombros y me llevó hasta la mesa para que me sentara.

-Los chicos fueron al centro de la ciudad a comprar recuerdos y pasear, ya que estabas durmiendo, les di el día libre, aun así estábamos pensando en ir al barco a limpiar para que la próxima semana estemos cómodos en nuestra instancia ¿Saldrás hoy? -Dijo Jean volviendo a sentarse frente a Mikasa.

No sabía que hacer, quería volver a la playa, pero no me sentía con ganas de nada.

-Quiero ver a Annie... -Murmuré apenas consciente de lo que estaba diciendo antes de comenzar a comer.

-¿Annie? -Preguntó Jean confundido.

-Si... Quiero hablar con ella. -Agregué nuevamente sin más.

Secreto con Escamas [Aruani]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora