ʙʀɪʟʟᴏ ᴅᴇ ꜱᴏʟ [2ꜱᴇᴏᴋ]

• Capitulo 6

Bueno, su viaje a Europa resultó al final un poco decepcionante. Después de estar en Paris se dirigió a Italia completamente solo. Fue a dos ciudades más y decidió que lo más pertinente era regresar a Corea y esperar que su chef no se enojará con él por haber perdido el rumbo de tal travesía.

Se incorporaron unos nuevos platos a su menú, así que no fue una pérdida total.

Las fotos que le habían tomado junto a Jongdae se fueron disipando como el agua sucia que va hacía el caño, unos meses después ya nadie se acordaba de eso. Tuvo una plática con su manager, era una ventaja que HYBE fuera dueño de Dispatch, o el asunto se hubiese agrandado aún más. Seokjin cree que el país aún no está listo para aceptar del todo que es un hombre gay.

Después de lo de Hoseok, ya no volvieron a tener comunicación, aun así, el cantante se sentía contento. Debe de haber algo en ese matrimonio que no esté bien, algo no cuadra, por más que piense en la infidelidad del rapero con su esposa, al final sabe que Hoseok no es tan mierda como para cometer algo así sin sentirse culpable.

En el otoño una buena noticia llegó a su vida. El principal canal que produce dramas en Corea le ofreció un papel en una nueva serie, y no sólo eso, también cantar el tema principal de esta. Seokjin no tuvo que hacer audición alguna, simplemente firmó su contrato, hizo unas apariciones en horario estelar, fue a alguna que otra entrevista, y en octubre comenzaría a grabar.

Durante las grabaciones se queda en su casa de Seúl. En cuanto a Bangtan, ve mucho a Namjoon siendo este su vecino, el siempre líder; ahora se encuentra muy metido en el arte contemporáneo, ha hecho posible muchas nuevas exhibiciones, en ocasiones se pregunta si él podría llegar a conocer a Jongdae, recordando que este último es escultor, pero en realidad no es algo que no lo deje dormir de noche.

Una noche, faltando pocos días para que comience noviembre, Namjoon está de visita en su hogar. Están tomando algo en la cocina, recargados en la barra de mármol de esta.

—Si, como te digo Jin-hyung, creo que el próximo año podré abrir una galería de arte en Nueva York, así muchos artistas coreanos podrán exhibirse —

A Seokjin nunca le interesó mucho el arte, es más un hombre de videojuegos, pero siendo respetuoso, y porque su amigo se entusiasma mucho al hablar de eso, él siempre es bueno escuchando.

—Ah muy bien Namjoonie-ah, estoy feliz por ti —

La conversación cambia de rumbo.

—¿Sabías que Jungkook se va a casar? — pregunta el rapero.

Ok. Eso no lo sabía, pero conociendo a Jungkook, las probabilidades son altas.

—¿Es en serio? — toma un largo trago. —Uno más que deja el nido supongo —

—Brindemos por eso, ya sólo faltamos cinco más — se carcajean ambos.