No tengo la culpa de haber sido su otra mate, no tengo la culpa de haberme cruzado en su camino de esa manera, de haber estropeado su vida así como dice él que lo hice, nunca quise hacerlo. Como tampoco tengo la culpa de que la Diosa luna te haya em...
IlMin salió de la casa cuando uno de sus guardia vino agitado buscándolo, informándole que algo pasaba en el ala sur de la manada, en cambio su padre estaba al norte de esta y nada me asombraba ya que se que son mis hombres lo que lo están haciendo, están creando distracción.
—Mmm ¿Sientes esa peste?— aquella mujer se acercó a mí— Es su sangre su asquerosa sangre— desvió su vista a mi cuello el cual se que tenía aún sangre de Jehae, decidí no limpiarla para esto mismo, necesitaba pruebas, sé que no son suficientes pero de algo servirá. — Bien hecho, acabaste con el mayor de mis problemas ¿La dejaste sola en el bosque —
—Algún animal salvaje debe de estarla devorando — asintió satisfecha y sentí gritos, los niños, mis ojos se abrieron de más y volteé a mirarla, golpeé su mano cuando está intentó volver a inyectarme algo.
— Estabas muy equivocado si pensaste que no sabría que te habías liberado de mi hechizo, la duda es ¿Cómo?—
—Con algo que tú nunca entenderás — y ahí en aquella sala de esa casa empecé a luchar contra aquella mujer haciéndome jadear cuando logró cortarme en las costillas con una navaja.
—Tiene veneno, así que dudo mucho que sane— caí al suelo con una de mis rodillas llevando mi mano a la herida — Adiós maldito lobo — cuando se abalanzó hacia mí la jeringa que tenía en mi manga la inyecté en su yugular haciéndola abrir sus ojos de más.
—Prueba tu propia medicina — murmuré viendo su rostro ponerse pálido y sus ojos empezar a volverse vacíos, de su boca empezó a salir sangre negra y me alejé de ella dejándola caer al suelo en donde su cuerpo cayó sin vida y sin esperar más fuí hacia donde había escuchado los gritos.
—¡HeeNeul!¡YonHu!—
—Papá, papi, sacanos de aquí—
—Ya voy princesa, alejense de la puerta — la derribé y HeeNeul corrió hacia mí, me agaché a su altura y la envolví en mi brazo, sentí como empezó a sollozar.
—Mamá, mami está muerta, papá, la vi — la apreté más a mí ya acaricié su cabello.
—Todo está bien mi amor, todo estará bien yo estoy aquí— la alejé un poco de mí — Debemos de salir de aquí pequeños, ahora—
Miré a Yonhu.
—¿Dónde está YongMin?—
—En un calabozo, muy lejos de aquí — apreté mis labios y asentí.
—Vamos niños salgamos de aquí — los tomé a ambos de la mano e hice que no miraran hacia aquel cuerpo sin vida en el suelo y salí de la casa.
—Alfa — mi Delta se acercó a mí y suspiré— Varios de los guerreros de la manda Nam están vencidos — asentí y miré a los niños.
—Llevatelos de aquí, toma mi auto y váyanse de aquí, por nada del mundo te detengas y llega a la manada, y por ninguna circunstancias salgas de ella, debes de quedarte y proteger a tu luna ¿Quedó claro?— está asintió y yo me agaché frente a ambos niños.
—Deben de irse, mi amor — me dirigí hacia mi hija — Papá promete regresar pronto ¿Sí? Te veré en la manada y tu pequeño debes de ir con tu madre ¿Está bien?— HeeNeul negó con sus mejillas mojadas y las sequé— No llores, te prometo por la diosa regresar, princesa — me abrazó con fuerza y luego se fue con mi Delta dejándome a varios de los guerreros que habían venido con ella.
Me repuse y miré a mis hombres.
—Debemos de encontrar a YongMin— estos asintieron y empezamos a caminar, la manada sé encontraba desolada, no había ningún ser por ella y varias cosas estaban destruidas, me partía el alma ver algo así y se que mis hombres no agredieron de ninguna de estas personas porque lo tienen estrictamente prohibido pero aún así, la manada Nam me declaró la el día que llegaron a tocarle un cabello a Jehae.
El amanecer ya se estaba haciendo presente.
El sol trataba de caerse notar entre aquella nubes grises, las cuales informaban que traerían bastante agua.
Me detuve al ver como Yoongi y gran parte de mis hombres venían hacia mí, este empujaba a un completo herido IlMin, el cual lanzó frente a mí haciéndolo caer de rodillas a su lado dejaron el cuerpo desfallecido de aquel antiguo Alfa, levanté la mirada juzgando a todo por esto.
—No tuvimos otra opción, era él o nosotros — rápido habló Yoongi.
—Busquen a YongMin — musité a los hombres detrás de mí estos asintieron para dispersarse por el lugar.
Me acerqué a IlMin el cual tenía su mirada perdida en el suelo y me agaché a su altura.
—Tú y tu padre pudieron haber evitado todo esto — señalé con mi cabeza — Mira tu manada — el levantó al vista y miro a su alrededor — No hay nadie, destruiste a un pueblo, tú y tu padre lo habéis hecho —
—Sumandole a eso que te atreviste a tocarla — mi puño dio contra su pómulo haciéndolo caer al suelo, levanté mi mano deteniendo a dos de mis guerreros cuando estos quisieron levantarlo — Acabaré contigo aquí mismo —
—¡No!— aquel grito me hizo voltear el rostro viendo a YongMin venir con mis hombres — No vale la pena Alfa —su vista fue a su padre en el suelo y sus puños se apretaron con fuerza —Se que no debo de pedir esto, ni por mi hijo, ni por ti y mucho menos por Jehae pero déjelo vivir para que viva en el mundo de tortura que se merece — desvié mi vista a IlMin miraba a su hermano con aquellos ojos tan impregnado en veneno e ira.
—Está bien, darle una muerte a estas personas en demasiado — me repuse y volteé mi rostro cuando vi a aquel anciano venir hacia mí.
—¡Alfa!— todo pasó tan rápido que solo sentí mis garras llenarse de sangre al está adentrar en el abdomen de IlMin cuando esté estaba tan cerca de mí.
Lo próximo que vi fue a Yoongi haciendo que su cuello crujiera para luego caer muerto al suelo y todo esto teniendo delante de mí al padre de aquel niño el cual había recibido las garras de su hermano en zarpado su abdomen impidiendo que yo las recibiera.
Mis brazos impidieron que su cuerpo cayera al suelo de manera brusca.
—¿Por qué carajos hiciste eso?— maldije al ver lo profunda que era la herida, levanté al vista y de su boca salía sangre pero sonreía, está claro que la ser complemente humano no resistía.
—No podía dejar que lo hiciera — negó empezando a tratar de buscar oxígeno — Cuidalos, y dije a Jehae que lo siento — su voz cada vez sonaba apagada hasta que está se apagó por completo y sus ojos se cerraron, apreté mi mandíbula y miré a mi alrededor, ya nadie el linaje Nam quedaba vivo en este lugar.
Aquel viejo se acercó tratando de hacer algo pero me miró y negó.
Apreté con fuerza mis labios sintiendo las gotas se agua caer cuando un dolor punzante en mi costillas y en mi cabeza me hizo caer al suelo sintiendo un zumbido en mis oídos sin prestarle atención a las personas que me llamaban y siendo empapado por aquel torrencial se agua.
Cerré mis ojos al sentirlos pesado ye cuestión el si de verdad ¿Todo terminó?
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