No tengo la culpa de haber sido su otra mate, no tengo la culpa de haberme cruzado en su camino de esa manera, de haber estropeado su vida así como dice él que lo hice, nunca quise hacerlo. Como tampoco tengo la culpa de que la Diosa luna te haya em...
—Mañana es la noche de lobo, por lo que te surgieron que no salgas de casa —
—¿Noche de lobo?— preguntó con duda la mujer frente a mí y asentí.
—Si, es la noche en la cada licántropo macho se tranforma en su lobo por toda la noche huyendo al bosque, a veces no suelen tener conciencia de lo que hacen y no quiero que alguno llegue a lastimarte— asintió
—¿Solo los machos?—
—Las hembras también tiene esa noche pero es la de celo, y entonces es cuando su pareja de vida debe de saciar esa necesidad — asintió entendiendo lo que le decía.— Mañana no podré venir a verte, pero por favor no se asuste si oye demasiados aullidos de lobo— negó y yo asentí.
Por suerte se había calmado un poco, su corazón laria normal y eso me aliviaba bastante pero al parecer el sueño no la acompañaba.
Ella empezó a palpar buscado algo y yo entendí mi mano para que la tomara, se corrió a un lado de la cama levantando las cobijas y sonreí acostándome a su lado.
Pasé mi brazo por debajo de su cabeza apegandola a mi sintiendo su corazón latir con fuerza, colocó su cabeza encima de mi pecho haciendo que mi lobo se emocione de más.
Esperé varios minutos notando como se dormía mientras se acomodaba mejor junto a mí.
Su rostro quedó en mi cuello y su brazo encima de mi pecho, mientras yo acariciaba su cabello y mis fosas nasales empezaba a llenarse con su aroma.
☽︎☽︎☽︎𝑾𝒐𝒍𝒇 𝑵𝒊𝒈𝒉𝒕☾︎☾︎☾︎
—Las puertas y ventanas estan bien protegidas— mencionó el hermano de aquella humana y asintió, el niño se encontraba en el sofá de la sala mientras veía sus programas de muñequito y el lobo estaba en la alfombra durmiendo.
—Tengo miedo a que algo pase, esta noche, poder eso quiero asegurarme que todo esté bien protegido —
—Sabes que esto será en vano, si hablamos de la fuerza que tienen los licántropos —
—Lo sé, pero quiero sentir que no harán nada, estoy aterrada ya que el ser humanos podrían hacer algo contra nosotros— ambos empezaron a bajar las escaleras
—Dudo mucho que eso pase— mencionó aquel chico al ver al alfa de la manada en la terraza de dicha casa, él sabia que alguno de los lobos de la manada puede ir hacia esa casa y propasarse.
Taehyung aún estaba en su forma de humano no es hasta que la luna llegue a lo más algo de aquel cielo cuando cada hijo macho de ella se tranforma en lobo.
Este decidió subir a una copa de aquellos arboles en donde podía ver major y no se encontraba tanto a la defensiva.
El viejo le advirtió que debía de cuidar toda la noche a Jehae, ya que ninguno de sus inferiores estaban a favor de tener una humana en la manada, a lo que el esta dispuesto acabar con ka visa de cualquiera que intentara hacerle daño.
La luna se mostró y junto a ella la transformación de todos esos lobos, hasta su mayor líder, dejando en ausencia de aquel humano un gran lobo negro con ojos azules.
Y es entonces cuando en aquel bosque de la manada empezaron loa brucoa movimiento por parte de cada una de aquellas bestias.
Ningún lobo podía resistirse a no aullarle a su luna, solamente los alfas lo hacia pero al tener tanto a su alrededor se le hacia imposible en ocaciones.
Aquel lobo negro olfateó movimiento en toda la zona alrededor de la casa y se decepcionó bastante al ver cuantos licántropos odiaban a la humana. Este gruñó en cuando una pequeña manada de cinco llegaron a la casa pero en cambio, ninguno se movió de su lugar para atacar, más bien, hicieron lo mismo que alguna vez aquel lobo blanco hizo, agacharon su cabeza en forma de respeto hacia la humana dentro de esta.
Algo que confundió bastante al lobo Alfa.
Y no solo fueron unos pocos, varios lobos hacia lo mismo cuando llegaban a la casa.
—Imposible— negó en su subconsciente, nunca hicieron algo así con SooHoon.
Aquel alfa bajó de la copa del árbol cayendo frente a aquellos lobos y ellos hicieron otra reverencia antes su líder.
Este les gruñó para que retrocedieran varios pasos y así lo hicieron sin llegar a irse de aquel lugar, aquel lobo miró hacia la casa y se sentía mas confundido que antes, el aroma de aquella mujer se había vuelto más durlce e intenso, de tal manera que el se estaba conteniendo para destruir la puerta de aquella casa y estar junto a ella.
Levantó la vista mirando la luna y se hizo miles de preguntas las cuales él sabia que no tendría repuesta, no aún.
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Aquella casa a plena mañana y era un caos por completo, ya que la princesa de la casa cumplía año y su madre queria que todo quedara perfecto.
Padre e hija aun dormían sin preocupación alguna mientras que aquella Luna se encargaba de todo para que en la tarde nada faltara.
Por otro lado aquel niño arrastró a su madre desde bien temprano al supermercado más cercano para ver que podría comprarle de regalo a la futura Alfa de la manada.
—Nada me gusta para regalarme, mamá— protestó y aquella chica no sabia que decirle.
—¿No has visto nada que le guste hacer?— preguntó a lo que el niño se quedó pensando — No sé ¿No le gusta dibujar? Jugar con muñecas tal vez—
—Si, si, si, si — tomó la mano de su madre y apresuró el paso haciendo reír a la chica — Aquí, hay muñecas mami, y bastante cuadernos para dibujar—
—Bueno, mi amor, escoge el que crees que le gustaría — el niño asintió y empezó a mirar mientras que su madre lo esperaba a un lado del estante con su bastón y aquella cesta para echar las cosas.
El niño dejó varios lápices y colores en la cesta para después ir a buscar la muñeca y un cuaderno.
Pero una mujer que pasaba bastante cerca de ella le hizo tumbar las cosas y ni simplemente se disculpó siguiendo de largo. La chica mordió su labios suspirando y empezó a palpar para poder recoger las cosas. Sintiendo la mirada de todos encima de ella pero nadie la ayudaba.
Aquel beta de la manada suspiró con pesadez y dejó su carrito para ir a ayudar a la humana, haciendo que todo aquel que la estaba mirando siguiera en lo suyo.
—Gracias— agradeció la chica cuando Yoongi la ayudó a reponerse. Este simplemente hizo una pequeña reverencia con la cabeza y se marchó.
Él fue uno de aquellos lobos que llegó a la casa de la chica a demostrarle su respeto la noche anterior.
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