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Allí estaba yo, sentada en uno de aquellos asientos tan incomodos de los aeropuertos, dispuesta a dejar atrás la vida que tenia, mi familia, amigos...Sostenía un libro de Stephen King en mis manos, leer me tranquilizaba. Mi madre caminaba hacia mi con un café en una mano y una tila en la otra, claramente la tila era para ella, estaba mas nerviosa de lo que reconocía. Y es que yo nunca me había alejado de mi familia y mucho menos para irme a vivir a otro país, que mi madre estuviera aterrorizada era normal, yo también lo estaba. Ella se acercó y me dio el café para después volver a su asiento a mi lado.

-¿Estás segura de que llevas todo?- preguntó .

-Mamá , llevo preparando la maleta un mes, creo que no me dejo nada- sonreí.

Realmente esperaba no dejarme nada importante.

-Si te dejas algo podemos enviártelo.- dijo mi padre desde los asientos de enfrente.

-O ir a llevárselo y pasar allí las vacaciones.- dijo mi hermano riéndose a su lado.

El también estaba algo triste porque me fuera pero entendía que era un sueño para mi, mi padre por otro lado sabia que lo necesitaba, cambiar de aires y evolucionar profesionalmente.

Tenía 24 años, llevaba siendo modelo desde muy joven. Desde pequeña supe que me encantaba, mis padres me hacían todo tipo de fotos. Cuando crecí un poco mas decidí intentarlo y llevo siendo modelo profesional desde los 16. Obviamente me dedicaba a comercial y moda, ya que yo ni siquiera llegaba al 1'60. Triste, pero cierto. Aunque no me importaba, lo que se me daba bien era posar, no desfilar. De hecho era bastante patosa así que hubiera sido imposible para mi desfilar delante de tanta gente.

Vivía en España, concretamente en Madrid. En mi país era conocida ya que llevaba siendo modelo de marcas muy famosas desde hace años. Iba a eventos, premios, fiestas, etc...Pero para llegar a algo más necesitaba ser más reconocida por marcas mucho más grandes. Así que después de hablar con mi manager, decidimos que lo mejor era que me fuera al centro de todo, New York. Si, NEW YORK, yo tampoco me lo creía, era mi sueño ir allí desde que tenía memoria. Y por si fuera poco es una de las ciudades de la moda.

Mi madre era diseñadora de ropa, trabajó durante muchos años en una empresa de comercial, pero lo dejó todo después de nacer yo. Y quiso intentar cumplir el sueño de su vida, diseñar ropa y poder vivir de ello. Cosa que ha cumplido, abrió su propia marca cuando yo tenía tres años y le va bastante bien. Asiste a la Madrid Fashion Week desde hace tres años, y desde entonces su carrera despegó. Mi padre por otro lado es profesor de filosofía, es mucho más tranquilo que mi madre, que no puede estar quieta. A el le encanta leer, cosa que compartimos. Trabaja en la universidad y hace unos años escribió un libro sobre la belleza de la filosofia. Preguntarse el por qué de todo.

No podía dejarme a mi hermano, se sacaba la carrera de derecho y en su tiempo libre jugaba al fútbol. Bastante bien he de decir. Pero lo que mejor se le daba era tocarme las narices a todas horas.

De repente por los altavoces anunciaron que mi vuelo estaba a punto de salir, por lo que me dirigí a la puerta de embarque con mis padres y mi hermano. Al darme la vuelta y verles allí se me partió el corazón, les iba a echar muchísimo de menos. Estabamos muy unidos.

-Llámanos cuando llegues por favor.- dijo mi madre con lagrimas en los ojos.

-Por favor mama no quiero llorar más.- le dije riéndome con los ojos llorosos. Le di un fuerte abrazo y miré a mi padre.

-Cualquier cosa cariño, y digo cualquier cosa, llámanos y estaré allí lo más rápido posible.-le abracé muy fuerte y mis lagrimas empezaron a caer.

-Ya basta de llorar, yo estoy deseando que se vaya.- dijo riéndose mi hermano mientras me esperaba con los brazos abiertos.

Me acerqué a el corriendo y le abracé tan fuerte como pude. Aunque sólo me sacaba dos años de diferencia, era mucho más alto que yo.

-No sé a quien le voy a robar ahora las tostadas por las mañanas.-me guiña un ojo mientras me alborota el pelo con su mano.

-Dios no, las tostadas de papa, ¿cómo voy a sobrevivir?.-una expresión de miedo aparece en mi cara y todos se rien de mi.

Los cuatro nos abrazamos juntos. Sabiendo que esta iba a ser la última vez en mucho tiempo que disfrutaramos de un abrazo en familia. Eran el motor de mi vida. ¿Qué iba a hacer ahora sin ellos?

-ÚLTIMO AVISO PARA EL VUELO 527 MADRID CON DESTINO A NUEVA YORK.-dijo una voz por megafonía.

Me separe de ellos y les miré por última vez en mucho tiempo.

-Te queremos.-dijo mi madre secándose las lagrimas que caían por sus mejillas.

-Y yo a vosotros.-dije sonriéndoles.

Me di la vuelta y me fui sin querer mirar atrás.
Sabía que si lo hacía y les miraba, jamás podría irme.

Plus que ma propre vie. -Timothée Chalamet-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora