𝘿𝙖𝙣𝙯𝙖 𝙙𝙚 𝙙𝙧𝙖𝙜𝙤𝙣𝙚𝙨 「𝙂𝙤𝙙 𝙤𝙛 𝙬𝙖𝙧」

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 16: ʀᴇᴄᴏɴsᴛʀᴜᴄᴄɪᴏɴᴇs ʏ ᴄᴇʟᴏs

Eyra volvió al destrozado salón donde se encontraban todos, algunos se habían sentado para descansar mientras que otros comentaban alegremente la gran victoria.

En cuanto hizo acto de presencia allí todos se levantaron e hicieron una reverencia en forma de respeto.

Se acerco a Rilen y Atreus, que junto a Kratos estaban hablando.

-Rilen, necesito que me traigas a los miembros del consejo de los sabios y al secretario general del reino. Tenemos que hacer recuento de la perdida de materiales que hemos sufrido, y necesito un recuento detallado de todas y cada una de las vidas que se ha perdido hoy. Avisad al resto de aldeanos, aseguraos que ningún monstruos siga vivo en mi reino, y luego, que cada uno vuelva a su casa. Tenemos que reconstruir nuestro hogar, así que tenemos un gran trabajo por delante-. Ordeno con voz firme al rubio.

-¡Como ordene majestad!-. Dijo haciendo una reverencia y machándose de allí escoltado de varios guerreros mas.

-Parece que te estás tomando ya el papel de reina muy enserio, casi ni te reconozco ya-. Dijo con burla Atreus.

-Por supuesto, quiero reconstruir todo esto lo antes posible, que mi hogar sea tan bello y seguro como antes. Contra antes empecemos, antes acabaremos-.

-Ahora queda lo más fácil pero lo más pesado, tardareis bastante en recomponer todo esto-. Dijo Mimir.

-Lo sé, pero confió en mi pueblo, lo haremos rápido. En cuanto a ustedes... una vez más, gracias por todo. No he olvidado la promesa que os hice y pienso cumplirla-.

-¡Ey! Esto suena como una despedida y creo que no te vas a librar tan pronto de nosotros, pensamos quedarnos para ayudar-.

-Atreus quiere ayudar en todo lo que sea posible y yo, lo seguiré adonde sea. Nuestro trabajo aquí todavía no ha terminado-. Dijo Kratos.

Eyra miro a ambos con el corazón rebosante de felicidad, sin duda esos dos se habían convertido en personas muy importantes en su vida

---Algunos meses más tarde---

La reconstrucción del reino iba viento en popa, el castillo estaba casi listo y los aldeanos ya tenían casas en condiciones para vivir.

Varias vidas se habían perdido por culpa de Kalevi, y tras reunir el cuerpo de todos los que pudieron y de la familia real, les hicieron un pequeño funeral para que pudieran descansar en paz. Habían enterrado sus cuerpos en un valle lleno de flores, un sitio muy tranquilo y hermoso para que sus almas pudieran ir en paz.

La relación entre Eyra y Atreus no había avanzado mucho, la reina estaba casi todo el día ocupada con muchos asuntos a la vez, sabía que aquel oficio iba a ser duro, pero nunca se espero que lo fuera tanto.

Casi nunca conseguían un rato los dos a solas, siempre había alguien molestando o tratando algún tema, pero eso no significaba que ninguno estuviera pensando en lo que sucedió antes de la batalla final.

El solo pensar en eso los ponía a ambos muy nerviosos y el calor les subía por todo el cuerpo.

Tanto Atreus como Kratos se habían acomodado en el palacio, Eyra se había encargado de proporcionarle a ambos una de sus mejores habitaciones, no les faltaba de nada, vivían a modo de rey y ambos se habían quedado porque querían ver la coronación de Eyra que se celebraría en días, cuando todo estuviera ya listo.

Freya a veces se acercaba para saludar, la rubia le había dado las gracias por ayudar a sanar a los guerreros heridos y que si necesitaba algo, que se lo pidiera.

Esta solo le pidió que la dejara explorar las grandes tierra de Dragheim, que quería descubrir que clase de fauna había por allí que tipo de pociones y medicinas podía encontrar.