La Realidad.

Capítulo 15.

Se encontraba una niña robustosa, llorando en el patio de su escuela, sollozaba con sus rodillas recogidas mientras las abrazaba fuerte. Aquellas 3 niñas no la habian dejado jugar el avioncito y se sintío realmente triste. Una maestra se dio cuenta de ello.

— ¿Qué te pasa mi vida? — le acaricio el hombro — Esas... esas niñas no me dejan ju... jugar — Respondio mediante sollozos leves y tallandose los ojos.

Aquella maestra regaño a las niñas, diciendole que las hiba a castigar por no dejarle jugar. Entonces decidieron dejarla que juegue... sola.

— ¡Vamos a Jugar! — Comento alegre.

— ¿Sabes algo? ya no quiero jugar — Menciono con sinismo una de aquellas niñas.

— Yo menos... — Se fue otra.

— Juega tu sola, niña gorda — Dijo la ultima llendose.

Aquella niña le empezaron a salir lagrimas, solto la pequeña piedra que traía para jugar mientras se iba corriendo lo mas rapido que podía.

Otra pequeña se encontraba buscando un lugar para comer su almuerzo, pero ve correr a una y por lo que noto, estaba llorando. Decidío ir con ella.

— Hola... — Susurro.

Ella alzo la mirada con lagrimas en ella — Hola — Dijo Timida.
— ¿Porque lloras?

— Unas niñas no quisieron jugar conmigo... — susurro.

— ¿Porque? — Pregunto curiosa.

— No se,... pero me dijieron gorda, ¿esta mal ser gorda?

— No, a mi me agradas — Sonrío.

— ¿Encerio?

— Si, mi mamá dice que todas las personas ocupan amigos, no importan como sean.

Ambas se quedaron en silencio y entonces la castaña habló.

— Me gustaría ser tu amiga, me agradas.

— Tu tambien me agradas.

Fue su primer momento de rechazo por parte de la gente, solo por ser diferente a ellos. Pero tambien fue el momento de tener su primera amiga.

— Por cierto... me llamo Alexandra Sywood — Sonrío de oreja a oreja.

— Me llamo Alicia Schmidt — Y la abrazo para sellar su amistad y tambien en modo de agradecimiento por quererla como amiga.

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Recuerdos.

Espero les guste mi vidas.
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Amenme. ahno.

-Abril2327