Capitulo 9

2 1 0
                                    

Capítulo 9

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 9

En ese silencioso baño, donde solo se escuchaban los susurros de la gran música de la disco y los sollozos de un chico, el cual tenía demasiados sentimientos descontrolados.

Los brazos piadosos de esa chica, la cual me consolaba con amabilidad y cariño, un amor que me hubiera gustado tener en mi "hogar", en donde solo recibía miradas de desprecio y asco por parte de mis familiares.

Luego de unos minutos ya las lágrimas no salían de mis ojos, pero el dolor persistía en mi pecho.

Al alejarme del hombro de la chica pude ver mejor quien se trataba, era la chica con la que había bailado hace unos pocos minutos, minutos......... cuanto tiempo transcurrió mientras estuve enserado en el baño. La chica me observo con una mirada compasiva.

- Ya te encuentras mejor. Me pregunto mientras me regalaba una pequeña sonrisa triste.

- Sí. Trague, y me trate de limpiar las lágrimas que tenía en el rostro. – gracias por...... todo.

Le dije mientras evitaba su mirada con timidez.

- Tranquila, todas hemos llorado alguna vez por un chico. Me dijo con amabilidad, lo cual me reconforto, pero no pude evitar ser prejuiciosa conmigo mismo, que pasaría si ella supiera que quien en verdad me gusta es una chica y no un chico como ella pensaba. Tal vez si le dijera ella cambiaria, y dejaría de ser esta chica amable que me había prestado su hombro. ¿Me miraría con asco como hacían todos?

O simplemente no le daría importancia. No lo sabía, pero necesitaba decirle a alguien la que sentía por Yereni, aunque ni yo mismo sabía que era....... Quería decírselo.

- Es que la chica que me gusta.... las palabras se me estancaron en la garganta, amenazando con desaparecer y nunca ser liberaras. Pero cuando subí la mirada, encontrándome con el mismo rostro compasivo de hace unos minutos, estas salieron sin miedo alguno. – me ha dejado de hablar, porque discutimos por su relación con su novio, y ahora no sé qué hacer.

La observé con atención, creo que estaba pensando en las palabras que me iba a decir, porque duro unos minutos con la mirada perdida, pero luego me observo nuevamente con la misma mirada compasiva y dijo:

- Puede que ahora mismo creas que esa chica es la mejor del mundo, pero puede que en un futuro conozcas a esa persona especial para ti, y te reirás de ti misma por estar dándole tanta importancia a alguien que seguramente ni recuerdes en unos meses.

Estas palabras se impregnaron en mi mente durante todo el resto de la noche. Ya había salido del antro, Andrés, en el momento en que me vio salir del baño en compañía de la chica y con los ojos hinchados de tanto llorar, me socorro y no puso objeción alguna cuando le dije que me quería ir. Me sentí un poco mal por él, ya que se le veía muy augusto con un chico el cual le daba miradas de deseo, estoy seguro, que si se quedaba una hora más en esa disco pasarían cosas con el chico. Cosas que por mi culpa solo se quedaron en el reino inmenso de los pensamientos de ambos.

Ya me disculparía con el mañana, ahora solo quería descansar en la cama de Andrés, para al día siguiente poder pensar mejor en mis sentimientos y en cómo afrontarlos.

El sol resplandeciente, se colaba por mis párpados asiendo que me levantara con desajusto. Me sorprendió bastante lo callaba que se encontraba la casa, en general siempre me despierto con alguna discusión que a fin de cuentas termina siendo culpa de mi existencia, pero, en este momento, solo había una inmensurable paz.

Cuando Salí a la pequeña sala, me tope con un Andrés cocinando unos panqueques, y con una música de quien creo que era Luis Fonsi sonando en un pequeño radio, que se encontraba sobre la nevera.

A pesar de la desafinada voz, este, se seguía percibiendo la misma paz, que había en aquella habitación vacía.

Supongo que es lo que se siente cuando estás en un lugar estable.

- Despertaste linda, ven siéntate, ya tengo preparado casi todos los panqueques.

- Veo que eres un experto. Dije acercándome a admirar las perfectas láminas redondas que se veía deliciosas.

- Lo sé, son años de trabajo. Expuso para verter más masa en el sartén.

- Siento lo de anoche, no deje que disfrutaras de la fiesta.

- Que dices niña, si estuvo fenomenal, aunque no creas que no estoy enfadado contigo por no buscarme antes de desaparecer como por una hora. Me señalo con la espátula y frunciendo el gesto, de una forma bastante exagerada.

- Si lo siento, no estaba pensando en ese momento. Admito mientras observo mi panque. – Es irónico, me encontraba en aquel cubículo de baño, llorando por una persona que seguramente ni siquiera esté pensando en mí. Esta realidad me hizo sentir tan patético, que las lágrimas aparecieron sin previo aviso en mis párpados.

- Cariño, no desperdicies más tus lágrimas, además, no sabes si ella está pensando en ti en estos momentos.

- No importa, ya no quiero pensar más en ella. Fue lo que respondí, aunque como un susurro en mi mente, mi corazón solo repetía un: "y si ella está pensando en mí, y si quiere hablar contigo, pero no encuentra las palabras "Estos pensamientos solo me confirmaron lo enamorado que está, pero, yo no estaba dispuesto a seguir ilusionándome, no más.

Le pegué un mordisco al panque con decisión, no iba a volver a pensar en Yereni, o al menos intentaría olvidarme de ella.

La chica de la zapatilla sucias (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora