Capitulo 11

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Capítulo 11

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Capítulo 11

Tomas

Llegar luego del trabajo a casa, se había vuelto algo tedioso y estresante, no había un solo día en el que no estuvieran discutiendo. Subía las escaleras con fastidio, ya sabía que me encontraría, pero esta vez todo estaba en total silencio, algo había ocurrido.

Abrí la puerta, y todo estaba arreglado, no había un solo desorden.

- Sam, lucia. Nadie respondió, caminé hasta la habitación de la niña y la encontré revuelta, más de lo que ya estaba.

Tenía los cajones del armario, todos fuera de lugar y con ropa fuera de estos. Pero no había ningún rastro de Samantha. Cuando me di la vuelta me encontré con lucia, la cual tenía lágrimas en sus ojos.

- Qué paso, donde está la niña. Pregunte mientras me acerque para consolarla.

- Esa mocosa malagradecida, ya no vivirá más en esta casa. Fue lo que dijo.

- ¿Qué, donde está la niña?

- Ella se fue, deberías estar agradecido, hice el trabajo que tú no pudiste y saqué ese demonio de nuestras vidas.

Luego de decir esto, solo se dio la vuelta y camino hacia el comedor, para sentarse. No podía creer que había echado a la niña de la casa y se sentara tan tranquila, y si le ha pasado algo, quien sabe dónde este ella ahora.

Tome mi chaleco y Salí a buscarla. Recorrí todo el vecindario, le pregunté a muchas personas por ella, pero ninguno me dijo nada útil. Ya eran las doce de la madrugada y aún no la lograba encontrar, me dirigí hacia la casa, podía ser que ya estuviera haya y que solo se había ido por unas horas.

Subía las escaleras cuando me tope con la señora Laura, la cual tenía una bolsa de basura en las manos, parecía que la iba a sacar.

- Hasta que al fin aparece el padre, que poco amor deben de tener ambos para votar de esa forma a su hija.

- Usted sabe a donde se fue, la vio irse con alguien. Pregunte con desespero.

- Bueno, yo la vi en la parada de autobús, se mantuvo sentada hay durante casi una hora, cuando me dirigí acercarme a ella, llego un chico en un auto con un tono demasiado chillón y se la llevo.

La preocupación me inundó, se había ido con un extraño.

- Conocía a ese chico, lo había visto antes.

- Si se preocupa, sí, si ella está bien, debo admitir que se veía más confiada que con ustedes.

Luego de decir esto ella, se fue hacia abajo.

No sabía qué pensar, entre a la casa dándole mente a las palabras de la señora, mi propia hija se sentía más segura con un extraño que con sus propios padres.

¿Qué tanto había hecho mal?

La chica de la zapatilla sucias (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora