«Sedición»
"Yellow Ledbetter"
Nunca le había molestado de por si, su sangre. Aquella que lo caracterizaba tanto de tener una vida pacífica, al lado de la paciencia, la ternura y tranquilidad. ¿ Y para que más? Si de por si su vida era una dicha comparado al lado de su mejor amigo de la universidad. Lo pensó un poco después de haber reflexionado aquello, definitivamente gracias a lo que sea que estuviera controlando el universo había nacido y crecido con sus genes betas, casi como si realmente hubiese sido un humano normal a diferencia del resto de la jerarquía, no tenía la necesidad de luchar, ni sacrificarse. Sólo observar y mirar como los demás se mataban por poder.
Pero debía reconocer que a veces era aburrido. No era especial, ni milagroso, nadie luchaba por él, ni peleaba tampoco, nadie lo miraba. Se encontraba allí para salvar quizás, mantener el equilibrio de las cosas, el orden, la restauración. Era neutral en todo sentido, incluyendo sus propios sentimientos.
O por lo menos eso creía, hasta que conoció a Nicolás, y el orden cambió.
No era de por si un personaje frío, su calidez lo expulsaba en cada milímetro de poro en la piel. Las sensación también, era cosa de acercarse y encontrar a una persona maravillosa, escondida en un cuerpo macizo, alto y grueso. Y lo supo en el momento en que Nicolás se lo hizo ver, con sus gestos, sus cariños de amigo, su cordial naturaleza en la sangre que siempre se lo recordara. Nicolás era importante, porque le hacia sacar a flote todo lo importante que por dentro poseía como ser humano, y no como un mero instrumento de batalla entre las jerarquías más poderosas.
«Un beta era, simplemente un artículo más para el mandato del alfa»
Había escuchado esas frases tan simples a través de su padre, aquel que le enseño todo acerca de los comportamientos. Provenía de una familia que ayudaba a la manada principal de donde provenía. Pero era eso, se sentía usado como marioneta cuando le recordaban constantemente que él sólo era un peón más.
Y a pesar de que naturalmente era imposible consentir odio u resentimiento hacia los alfas, era inevitable no pensarlo, pero su sangre traicionera y reveladora le mostraba que aquel resentimiento no servia de nada para vivir en ese siglo, en esa vida, en ese momento o minuto.
Suspiro un par de veces, contemplando la mirada serena hacia el ventanal grande de la pared en la sala. Nicolás no había ido hace bastante días, y por más que intentará localizarlo a través del celular, éste no contestaba. ¿Estaría bien? Aquel omega que le hizo sacar más de una sonrisa o carcajada estaba desaparecido de su vida. Todo iba tan bien hasta que mostró signos extraños los días que había venido a la facultad. Vómitos, mareos y desmayos, todos aquellos síntomas extraños que indicaban lo más lógico en un omega.
Embarazo. Quizás era el momento más importante para el omega y sin embargo él como mejor amigo no estaba allí para ayudarlo. Se sentía mierda, se sentía traicionero, a pesar de que su culpa no era total. Tecleo un par de veces mas asegurándose de verificar bien si Nicolás le había respondido algún mensaje o llamada, pero era inútil, por mas mensaje y llamadas que mandaba no recibía ninguna respuesta.
Había buscado a Jaime por toda la universidad también, pero tal parecía que el alfa con carácter de mierda no estaba asistiendo. ¿Por qué repentinamente todos desaparecían? No es que se sintiera solo, es que simplemente pensaba que algo malo y grande estaba pasando.
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Rebelión (Jaidefinichon GOTH) (Jaime/Nico)
Ficción GeneralUn mundo jerarquizado diferente. Nuevas cosas, nuevas historias. ¿Nuevos retos? Sí, lo más probable. Historia Totalmente AU con advertencias restringidas. Inspirado en los chicos de Jaidefinichon GOTH La serie contendrá capitulos, no soy buena escri...