Capitulo 8: Génesis

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Capítulo 8:
«Génesis»

Las semanas habían pasado regularmente. Había vuelto a la universidad para reestablecer sus estudios. Estaba empecinado en terminarlos, aun sabiendo que tenía un compromiso por delante gracias a la tan ayuda de su querido amigo Jaime.

Debió haber pensado las cosas cuando tuvo su oportunidad. Siempre hasta el día de hoy se lamentaba por su instinto reproductivo, jamás dejaría de odiar su propia sangre que le traicionaba constantemente. Pero no había vuelta atrás... de todas formas, ¿Qué era exactamente lo mejor? ¿Haber sido exiliado o casarse con un Alfa? No sabía cuál era mejor, o cuál era peor porque ambas se fijaban hacia un destino no grato como él se imaginaba antes de que sucedieran los acontecimientos.

Sin embargo, el único consuelo que le quedaba hasta ahora, era que continuaría sus estudios sin contratiempos. Las nuevas leyes daban esas facultades a pesar de haber adquirido el compromiso estudiando, estaría ahí hasta que cruzara el último de día de su tan amada ingeniería.

Volvió a la realidad cuando sintió una mano posarse en su hombro izquierdo. Haciéndolo voltear levemente.

—Wenah Edgar... —Saludó Nicolás con la mano. —

—Hola cabro culiao. —Contestó él con una sonrisa, viendo como los mechones largos y rulientos de él se mecían levemente. — weón no falta nah para que termine el primer semestre, estoy chato. —

—Yo igual... quiero puro dormir weón. —Susurró Nicolás estirándose un poco de su puesto. — Ya falta poco, en volá dos semanas y tanto de ahí los exámenes y pa la casa. —

—Sí la weá bacán. —El ruliento se puso cómodo mientras sacaba los cuadernos y el lápiz —único a medio morir de tinta— en el mesón — Oye weón...

—¿Ah? —Preguntó Nicolás distraído mirando hacia otro lado pensativo. —

—Como que te veo más volao desde el carrete weón... andai como en otra. —

Nicolás se puso serio de repente, la verdad es que no quería que nadie supiera lo que pasó entre él y Jaime. Quería ahorrarse atados. —Naaah weón, estoy bien... estoy igual. Te andai puro pasando royos nomá.

—Mmmh... No sé Nico weón, de hecho me parece bien raro que ni siquiera pelees con el Jaime. —Ouch, eso sí había sido una buena observación.

—Es que igual... el weón no está tan weón. —

—Sigue siendo el mismo aweonao de siempre oh. —rió Edgar — sólo que cuando llegai tú o estás tú se queda callao. ¿Qué weá hicieron los culiaos en el carrete que nunca contaste? ¿Ah?

Nicolás se sonrojó de repente. —Nah weón, me cae bien... pero ahí nomás... no pasó nada si yo me fui antes. —

—Igual nos preocupaste culiao, o sea yo cuando desperté en la mañana, no vi a ningún culiao. —

—Estaban todos raja e curao y volaos po weón, era obvio que no te ibai a acordar de ninguna weá, aweonao. —

Edgar rió aún más fuerte pero rápidamente se cayó cuando vio entrar más gente al salón. —Oye ¿Y los días que no viniste? no te quise preguntar antes, era medio desubicao ¿Estabai en tus gloriosos días?

—Cállate Edgar culiao, me carga que me webees así —Contestó Nicolás gruñendo un poco.— Sí, andaba en los días de mierda.

—Ah dale. —Finalizó Edgar aún con la sonrisa traviesa y muy pronto vieron llegar al profesor de  la clase, era hora de estudiar.

Así que estando entre medio de materias y ejercicios algo difíciles, no había otra que intentar entender los malditos métodos que había que estudiar para la solemne que vendría en poco tiempo. A veces Edgar le preguntaba ciertas cosas a Nicolás que no entendía, el moreno sólo le daba algunas respuestas de algunas soluciones porque había otras que no sabía cómo chucha resolverlas. Sin embargo era inevitable que más de algún estudiante se levantara del asiento para preguntar por alguna pista al profesor, para que soltara algo que fuera más fácil para resolver. Nicolás igualando a algunos de sus compañeros se paró rápidamente del asiento dirigiéndose lentamente al lugar donde estaba la profesora en unos metros más adelante, pero mientras caminaba tranquilamente comenzó a visualizar borroso ¿Qué chucha? ¿Por qué veía deforme? no le dio importancia, pensó que era el cansancio por el cual se sentía así, la vista le nublaba, el cuerpo se cansó repentinamente... incluso hasta comenzaba a faltarle aire y sin poder emitir algún sonido, se desplomó rápidamente en el suelo.

Rebelión (Jaidefinichon GOTH) (Jaime/Nico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora