Rebelión (Jaidefinichon GOTH) (Jaime/Nico)

Capitulo 9: Santa Fe

Capítulo 9:
«Santa Fe»

Definitivamente era una visión macabra, extraña, bizarra y algo fuera de lo común. Sentía la necesidad de tirarse por la ventana, que repentinamente desapareciera, cualquier cosa estaba bien antes que estar ahí, con las manos temblorosas presas del nerviosismo y sujetando al barbón con una fuerza imaginable.

El aparatito estaba listo, hace algunos minutos atrás cuando avisó sin cuidado que el resultado había aparecido por la pequeña pantalla digital. Jaime miró hacia su compañero omega, tratando de calmarlo de cierta manera. No servía de nada seguir evitando los fortunios de la vida, había que enfrentarlos juntos porque debían aceptar las consecuencias de sus decisiones.

El más alto se acercó hacia la mesita donde seguía el aparato de manera inmóvil, con duda acercó sus dedos largos para sujetarlo y una vez que logró con el objetivo, miró a Nicolás asegurándose que el otro observara bien lo que sabrían a continuación. Caminó unos cuántos pasos hacia a él quedando frente a frente, debían ver la prueba juntos.

— ¿Listo? —Preguntó el ruliento con la sien arrugada, típico de su carácter. —

—S-sí… —Nicolás no pudo evitar tartamudear. Sin querer había generado un tic nervioso en sus manos, moviendo los dedos desesperadamente en busca de seguridad, movía los ojos continuamente hacia algún lugar inexistente en el espacio, ¡Por la conchetumadre estaba nervioso! —Ya, hagamos esta weá rápido. —Su contraparte sólo asintió.

Cuando Jaime expandió sus manos dejando ver la prueba a Nicolás casi le da un infarto, casi se desmaya ahí mismo. Jaime sólo resopló convencido de que había sido un caliente de mierda y debió prevenir las cosas antes de hacerlas, pero, ya tenía la certeza de que así eran.

La prueba había salido Positiva.

Muy pronto vio como el moreno que le caracterizaba a Nicolás se volvía pálido y en un dos por tres caía desmayado, antes de que su cuerpo topara el frio suelo, atinó a abrazarlo.

Era algo fuerte, una decisión bastante comprometedora, pero como Alfa debía hacerse responsable de su futuro hijo, aquel que seguiría las tradiciones de la familia y le seguiría el cargo importantísimo de la manada. Sin embargo, a pesar de que estas pruebas tenían un 99.9% de efectividad, nunca estaba demás ir a una Clínica especializada, había que ver en qué estado estaba el embarazo de Nicolás, como se encontraba el bebé, como estaría y por sobre todas las cosas, si su cuerpo omega estaba listo para engendrar una cría.

Suspiró aun sosteniendo a Nicolás y la prueba de embarazo en sus manos. Decidió que lo mejor era calmarse y aceptar las cosas como eran, no servía de nada pensar en otras alternativas para sacarse el cacho de un error, además… su hijo no tenía la culpa de tener unos padres tan impulsivos e instintivos. Sin embargo, si por algo su cuerpo fue capaz de pelear y luchar por la posesividad del cuerpo de Nicolás, es porque la naturaliza los había juntado para crear la conexión.

Por muy instintivos que sean, la naturaleza era la única forma sabía que sabía juntar situaciones de este tipo, por algo reaccionó a las feromonas del otro. Algo había allí además de pura necesidad.

Llevó a Nicolás hasta su cuarto y con cuidado lo depositó ahí. Guardó la prueba de embarazo en el bolsillo izquierdo de su pantalón, estaba preocupado. Nicolás había sufrido una baja de presión que lo obligó a desmayarse, y era claro por los leves temblores que sufría el cuerpo de su omega. Acarició los mechones negros revoltosos y se acercó ahí sin despegarse. Quizás despertaría más entrada en la noche, cuando los padres del mayor volvieran de sus respectivos trabajos. Un té lo recomponerla de todo, por lo que cuando el otro despertara o estuviera ya a punto, iría a la cocina a prepárale uno.