Capitulo 5: Ver el cielo caer, ser parte de él y recibirlo también

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Capítulo 5:
«Ver el cielo caer, ser parte de él y recibirlo también.
»

 La luz se infiltraba por la ventana espaciosa de la mediana habitación. Abrió los ojos con dificultad. La cabeza le dolía de una manera asquerosa, tal que no sabía que chucha había pasado en la noche. Lo que sí sabía, es que a medida que retomaba las fuerzas de su cuerpo, se dio cuenta que un cuerpo más grande respiraba a su lado despacio y calmado.

«Conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre, conchetumadre.»

Era la primera palabra que se le cruzaba por la cabeza cuando vio que estaba en una cama desnudo, con frío y además que a su lado roncaba despacio Jaime.

¡Jaime por la chucha! El alfa de mierda que no podía siquiera verlo, pero allí estaba en un ambiente bizarro, extraño y sin poder creérselo la verdad. 

Y para peor, era que ya lo había marcado. ¡Ese conchesumadre lo había marcado weón! ¿Qué haría ahora? No podía llegar a la casa de sus padres, su olor repelaba todo tipo, había cambiado y ya le pertenecía al alfa que lo había dominado como pareja. ¡Pero como conchesumadre no fue capaz de controlarse! Igual se retó mentalmente, era imposible controlarse cuando sus instintos dominaban mayor parte de la razón, sumándole el bonus de alcohol en la sangre.

Quería morir, en serio quería morir. Es que de verdad no se la creía, era una pesadilla una mala pesadilla. Tiritó un poco por la sensación friolenta del ambiente, miró hacia la ventana y seguía nublado. ¿Qué iba a hacer ahora? Todavía seguía en celo, pero ya se encontraba de alguna manera más calmado como nunca antes. 

¿Había sido gracias al apareamiento? Los omegas cuando encontraban una pareja se quedaban con él hasta los cinco días. ¿Cuántas reglas había roto ya? Si él llegaba a su casa en esas condiciones lo más probable es que sus papás sabrían de la incertidumbre y... lo más probable que lo exiliaría de la familia.

Dolía, pero era cierto. Cuando quebrantan las leyes de la jerarquía, el exilio era lo más natural. Empezando con que el Alfa en ningún momento había pedido el permiso de ser la pareja oficial del omega reproductor de la familia. 

No estaba bien, definitivamente no estaba bien. Su cuerpo inconscientemente siguió tiritando porque el susto que recorría en su sangre había superado cualquier otro sentido en su cuerpo. Las lágrimas querían asomarse rápidamente por sus ojos, intento respirar calmado.

No se dio cuenta cuando unos brazos más cálidos lo abrazaron por completo atrayéndolo de manera protectora. Miró hacia su lado donde se encontraba Jaime y lo vio con los ojos bien abiertos, callado... Ni siquiera tenía palabras para referirse a él en las condiciones en las que estaban. 

—J-jaime... —Susurró Nicolás extrañado de la posición del otro. —¡Weón!

—Cállate, me duele la cabeza. —habló Jaime incorporándose, sentándose quedando a la altura de Nicolás. —¿Qué hora es? 

De verdad quería matarlo, en serio que sí. —¡¿Cómo chucha preguntai esa weá?! —gritó eufórico.

—Pero qué chucha te pasa. —Contestó el otro en un bostezo mientras se tallaba el ojo con cuidado. —Vas a despertar a todos los weones... — 

—¡¿En qué mierda estás pensando saco de wea?!— Ignoró a Jaime y rápidamente los brazos de Jaime lo acorralaron tirándolo nuevamente en la cama. —O-oye pero w-weón...

Rebelión (Jaidefinichon GOTH) (Jaime/Nico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora