LA LISTA DE SAN VALENTÍN [Soukoku]

14._ CHOCOLATES Y DECLARACIÓN

Dazai está hechado en su cama aturdido del día que es ese, "14 de Febrero", "14 de Febrero", el día que tanto a estado esperando, ese día, ese mero día, él día que le dirá a Chuuya que lo ama y quiere ser su pareja... su pareja. El castaño suelta un alarido hundiendo se más en su cama.

Chuuya también está volando, de emoción y nervios, se despertó sonriendo como estúpido, ya era el día, ya era el día esperado. Se puso el uniforme, agarró su mochila saliendo ya de su casa.

Ve a Dazai a lo lejos y va corriendo --Buenos días.

--Buenos días, tengo esto para tí --dijo mostrando una cajita de chocolates.

--Wow, muchas gracias --Chuuya lo acepta y abraza la caja muy contento--. Yo también tengo algo --saca de su mochila un libro--. Se que no te gustan mucho los dulces entonces preferí darte ésto, tiene una linda historia, es de detectives.

--Oh muchas gracias --dijo apreciando muy enternecido el libro. Luego lo metió a su mochila--. Vamos ya.

Ambos comienzan a caminar en algún punto Dazai tomo la mano de Chuuya, y los dos llegaron al colegio tomados de las manos, Dazai llevó a Chuuya a su salón como es habitual, vieron a Ranpo besando a Poe mientras sostiene chocolates, luego se aleja y abre la caja, agarra un chocolate lo mete a su boca y agarra del cuello a Poe uniendo otravez sus labios.

--Wow --solto Chuuya, para luego ver a otro lado sonrojado--. Y pensar que antes no sabía ni que hacer con sus sentimientos --se ríe--. Será mejor que vayas ya a tú salón.

--Si, nos vemos después --le da un besito en la mejilla y se va--. Disfruta los chocolates, chibi.

Chuuya suspiró enamorado y se fue a sentar, poniendo la caja de chocolates en su carpeta, lo abres, se come uno, Ranpo llega y se deja caer en su asiento comenzando a arreglar su camisa y cabello.

--¿Olle me invitas los chocolates que te dió Dazai?.

--No, son para mí.

--Jmmh >:7 ¿Olle y que le vas hacer a Dazai?.

--¿Hacer?

--Si, él te hizo muchas cosas estos días, te llevó al acuario, aun parque, a una carpa, ¿Que le vas a hacer tú?.

Esa pregunta retumbó dentro de Chuuya todas las horas de clase, tanto que no se dió cuenta como Ranpo se comía algunos de sus chocolates.

Las clases ese día acabarían a la hora del recreo, entonces cuando la campana sono, todos comenzaron a marcharse. Chuuya se quedó en su asiento pensando, Ranpo lo vio y saco algo de su mochila.

--Chuuya --el pelirrojo solo hace un sonido con su boca diciendo que le escucha--. Tengo esto para tí --le muestra una flor junto a un pequeño osito--. También es el día de la amistad y eres el único al que concidero mi amigo. Esperó que te guste, yo cosi el osito.

--Wow eso es muy lindo de tú parte --agarra la flor y aprecio cada detalle del osito--. Yo también tengo algo --busca en su bolsillo sacando una bolsita de tela algo transparente con los dulces favoritos de Ranpo, él se alegra y lo agarra--. Gracias por ser mi amigo también, esperó que sigamos hablando por mucho tiempo.

--¡Si, gracias! --exclama feliz--. Entonces ya me voy... Chuuya no tienes que darle algo grande a Dazai, ni siquiera creo que le tengas que dar algo, el lo hizo por que quiso sin esperar algo a cambió más que hacerte feliz. ¡Hasta mañana! --Ranpo se va--. ¡Si necesitas algo llámame!.

Chuuya se quedó en su asiento, Ranpo tiene razón, pero si desea hacer algo especial a Dazai, ¿Pero que cosa?, No tiene tiempo. Chuuya se golpea la cabeza contra la mesa, sin saber que hacer.