Charlotte desea tanto una familia que llega a las manos de una tan amorosa y leal, pero disfuncional.
Sin intención de hacer aquello, la pequeña viaja directo a los brazos de los hermanos Winchester y empieza su odisea.
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—¿CON STILES? — pregunta Theo, estaban hablando por teléfono.
—Sí, creo que no fue mi mejor momento...
Theo se ríe.
—Bueno, cambiando el tema... ¿No deberías estar en clases?
—Debería, sí — mira a sus lados, estaba conduciendo directo a la escuela —. Pero me dolía el cuerpo en la mañana. Me hice una poción para el dolor y ahora estoy yendo.
—Dios mío, ¿qué tantas cosas hiciste con Stiles? — Charlotte se ríe.
—No, nada de eso, es porque ayer salí a pelear con un nido de vampiros. Fue fácil pero me quedó doliendo de cortar tantas cabezas.
De acuerdo, era una mentira a medias. Porque desde lo que había hecho con el castaño habían pasado al menos tres días, y si había ido a matar un nido de vampiros. Pero fue Stiles el que la dejó sin ir a la escuela por tres días y medio. Pero no le dice eso a Theo.
—Mhm, ok. Bueno, Char, voy a ir a comer y tu ya debes de haber llegado a la escuela, hablamos en la noche.
—Adiós Theo.
Entra a la secundaria y camina, frunce el ceño cuando ve a Stiles en mitad del pasillo, mirando su celular con la cara algo pálida. Se había enterado que tenían a Noah Stilinski y Melissa McCall, posiblemente para usar de sacrificios.
Si Stiles tenía esa cara...
—¿Qué ocurrió?
Stiles y Lydia, que estaba al lado del castaño, la miran.
—Charlotte... — Lydia se acerca a ella, tomando sus hombros — ¿Estás bien?
—¿Por qué no estaría bien? ¿Stiles? — mira al chico, él negó y casi cae. Charlotte se suelta de Lydia para sostenerlo.
—Creo que tengo un ataque de pánico — dice casi sin aliento, Charlotte asiente y le dice a Lydia que venga. Lleva a Stiles a los vestidores de hombres.
Lo recuesta contra un mueble donde colgaban cosas.
—Hey, mírame Stiles — él lo hace, no podía recomponerse.
Sabe que tiene que distraerlo, pero no puede pensar cómo hacerlo. Así que lo toma de la cara y hace que sus ojos se encuentren con los de ella. Utiliza la energía de ella para canalizar la de Stiles.
—Tienes que hacer que retenga la respiración — dice Lydia, la rubio fresa parecía asustada por como estaba Stiles.
