𝙖 𝙩𝙤𝙬𝙣 𝙤𝙛 𝙙𝙚𝙖𝙩𝙝

77 12 0
                                    

CHARLOTTE HABÍA CUMPLIDO 17 AÑOS y como regalo de cumpleaños les había pedido a sus hermanos un tiempo de descanso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CHARLOTTE HABÍA CUMPLIDO 17 AÑOS y como regalo de cumpleaños les había pedido a sus hermanos un tiempo de descanso.

Castiel ya estaba con ellos hace tiempo, y Lotte lo adoraba. Sobre todo adoraba molestar a Dean con el ángel y su extraña relación. Ella aseguraba que había una cierta tensión sexual.

—¿Puedo poner una canción, Dean-o?

El rubio asiente sin decir nada, Sam le da una mirada indignada por eso. Y es que a la menor siempre le dejaba pasar todo. Charlotte coloca una canción de Stevie Nicks.

—La dejo que escuche música porque su música no apesta como la tuya, Sam — responde la pregunta que se había formulado mentalmente el castaño, le sonríe y Sam bufa.

Dean tararea la canción, manejando concentrado de llegar a su destino. Charlotte se había encargado de todo, de obtener una casa y que no estuviera tan cerca de nadie, por si los chicos decidían hacer una estupidez o Castiel apareciera de la nada.

La castaña era jodidamente rica, por la fortuna de la familia Warren, que había sido dejada a ella al ser la única heredera.

—he was no more — canta Lotte, haciéndole coro a Dean.

—than a baby theeen — le sigue el rubio, sonriéndole por el espejo retrovisor.

Cuando llegan a Beacon Hills, Charlotte no puede parar de sonreír. Era emocionante.

—Oh elegiste bien — halaga Dean al ver la gran casa, solitaria y con reja. Era como un recinto privado pero solo una casa estaba en el.

—Claro que sí, siempre elijo bien.

••••••

Los ojos de la chica brillan al estar al volante, Dean la miraba asustado.

—Acuérdate de tratar bien a Baby, Charlotte. No quiero ni un solo rasguño, y tienes que llenar el tanque.

—Claro que sí, voy a cuidar a Baby con mi vida.

Sam se despide de la adolescente y ambos hermanos entran a la casa al ver el auto alejarse.

El deseo de Charlotte fue pedir unos meses de tranquilidad en un pueblo alejado, lejos de los Hombres de Letras, de los cazadores y monstruos.

La chica sonreía y cantaba mientras conducía, procurando ser precavida con el auto de Dean. Y es que si había algo que asustase a Charlotte era hacer enojar a Dean, era peor que cualquier monstruo.

Se estaciona y sale del auto con su bolso, ya estaba inscrita y lo único que necesitaba era el número de su casillero. Fue a la oficina y le pidió a la secretaria su horario y número de casillero.

Su primer día en una escuela normal, después se tantos años de haberlo añorado. Sentía muchas miradas sobre ella pero no les prestó atención, la emoción de aprender de alguien que no fuese Sam era mayor a todo lo que sentía.

Se presentó como Charlotte Winchester y saludó a la clase con una sonrisa, luego se sentó y la clase comenzó. Todo iba excelente hasta que se oyeron los gritos. Era la clase de en frente, el profesor de Biología los calma y sale a ver. La chica no tenía idea de lo que ocurría.

—Unos pájaros — escucha al aumentar su audición, se tensa.

Se había olvidado completamente de lo que ocurría ese año en Beacon Hills.

Saca su celular y le escribe a Dean un breve mensaje para decirle que algo raro había pasado pero no era nada preocupante. Le dice lo de los pájaros y le pide que investigue si ha ocurrido algo más con animales ese año en Beacon Hills.

Cuando la clase termina, decide ir a la biblioteca de la escuela para leer, no sabía que otra cosa hacer ya que tenía un periodo libre.

Las siguientes clases son increíbles, era bastante sorprendente el ir a una escuela normal después de tanto tiempo estudiando con Sam y Charlie, una mujer pelirroja que habían conocido hace unos años y la tocaya de nombre de Lotte.

Cuando las clases terminan de verdad, Charlotte vuelve a la biblioteca. Ahí se sienta a leer por horas, hasta que su celular revienta por tantos mensajes. Todos de Sam y Dean.

Mierda.

Sale apresurada del recinto y corre al Impala, para solo para ponerle gasolina y luego llega finalmente a la casa. Ahí, Dean y Sam la esperan de brazos cruzados.

—¿Estas son horas de llegar, Charlotte Joslynn Winchester?

—Traje pie — dice sonriendo, Dean la mira y luego a la bolsa, se la quita y entra a la casa —. Lo siento, estaba leyendo en la biblioteca y no vi la hora.

—Avísanos a la próxima — advierte Sam, Dean trata de hablar pero tenía la boca llena de Pie de Cereza.

—Lo prometo, ahora si me disculpan, iré a dormir.

Les da un beso en la mejilla a ambos y sube las escaleras corriendo.

—¡No corras por las escaleras! — grita Dean.

Cuando está en la soledad de su habitación, abre el grimorio para leer. Era algo que la relajaba, y así podía estudiar.

No sabe en qué momento se duerme hasta que se encuentra en la escuela, pero era de noche. Era un sueño.

—¿Creen que pueden vencerme en mi juego? — Charlotte mira a todos lados, confundida de dónde venía esa voz —¡TENGO MIL AÑOS, NO PUEDEN MATARME!

—¡Pero podemos cambiarte! — esa era su voz, ahora ve imágenes borrosas frente a ella.

—Charlotte, ¿Cuando una puerta no es una puerta? — pregunta ella misma frente a si, pero era distinta. Su piel pálida y sus ojos fríos, y esa sonrisa tétrica —¿Cuando una puerta no es una puerta?

Y sigue preguntando, haciendo que el corazón de Charlotte se sienta hasta sus oídos, se empieza a agitar y busca una salida, pero ahora era como si solo estuviera ella en un cuarto rodeado de espejos, todos preguntando lo mismo.

Despierta gritando, siendo sostenida por Dean, quien lucia preocupado.

—¿Estás bien, hadilla?

Pero al ver ese espejo frente a ella pudo ver a la otra formulando de nuevo la pregunta, gritó y despertó de verdad. ¿O seguía durmiendo? Esta vez estaban tres personas en su habitación. Y no había ningún espejo salvo el de su vanity, el cual estaba oculto bajo una chaqueta, porque era mal augurio dormir con un espejo en la habitación.

—¿Que ocurre, Lottie? — Dean es el primero en acercarse, abrazándola.

—Pesadilla — es lo único que dice, su voz ronca debido al grito.

Los tres hombres le avisan que el desayuno está listo, dando por finalizada la conversación para la suerte de Charlotte, les dice que apenas esté lista bajará. Mira su mano y cuenta sus dedos, asegurándose que no estaba soñando aún.

Suspira aliviada y se levanta para bañarse, seria un día difícil, presentía Lotte.

𝙃𝙔𝘽𝙍𝙄𝘿 𝙒𝙄𝙏𝘾𝙃 (𝘾𝘼𝙊𝙎 𝙨𝙖𝙜𝙖)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora