Capítulo Treinta y Uno

29 1 0
                                    

Tierra C.

-Le pido una cosa -dijo Brandon.

-¿Cuál?

-Que sea lo que sea que diga de ahora en adelante, me tomará en serio.

-¿Y porque no iba a hacerlo?

-Porque lo que voy a decirle parece sacado de un cuento de fantasía.

-Te tomare en serio, Brandon.

Brandon asintió.

-La criatura no pertenece a este mundo.

-Explícate.

-Existen más mundos aparte de este. Yo, no pertenezco a este mundo, lo más probable es que si me busca en la base de datos no aparezca nada relacionado conmigo.

Hugh se le quedó mirando. Por su mente pasaban miles de cosas por segundo. La gran mayoría de ellas no creían lo que Brandon decía, sin embargo, había un muy pequeño porcentaje que si lo hacía. Había visto a esa criatura con sus propios ojos, si algo así podía existir, la existencia de otras dimensiones era algo que no se podía descartar.

-Un multiverso -dijo Hugh.

-Así es.

-¿Cómo es posible?

-No tengo la menor idea, pero eso no es lo importante, lo verdaderamente importante es lo que el multiverso trae consigo.

-¿Y qué es lo que trae?

-Aparte de monstruos, como bien has podido comprobar; también ha traído a este mundo unas pastillas. Unas muy peligrosas pastillas, que dan superpoderes a quienes la consumen. Si esas pastillas caen en las manos equivocadas, podría morir muchísima gente.

-Hace unos días, hubo una explosión en una casa, pero no había indicios de que hubiese sido por una fuga de gas o algo parecido.

-¿Cree que podría estar relacionado con las pastillas?

-El hijo de la familia tenía el cuerpo más chamuscado que el resto, y muchísimas grietas por su piel. Horas después de la explosión, su cadáver seguía a temperaturas altísimas. Y eso no es todo. En su interior encontramos restos de un estupefaciente no identificado que se extendió por todo su cuerpo como si fuese un tumor. ¿Ese estupefaciente podría ser esa pastilla de la que tú hablas?

-Estoy seguro.

-La chica que había al lado de la criatura también tenía en su interior restos de ese estupefaciente.

-Plus.

-¿Cómo?

-Las llamamos Plus.

-Bien. La chica, no tenía alguna herida que pudiese indicar que ese bicho la había matado. Su muerte fue causada por un derrame cerebral.

Brandon se quedó mirando a Hugh, pensativo.

-Las pastillas -dijo al cabo de un rato-, actúan de forma completamente distinta en cada mundo. De donde proceden, sirven para curar enfermedades, en mi mundo, te proporcionan habilidades sobrehumanas durante diez minutos, en este mundo, también dan esas habilidades, pero creo que aquí acaban con la vida de su portador al usarlas. Por eso el cadáver del chico estaba a esa temperatura horas después de su muerte, él había sido la causa de la explosión.

-Qué manera de atar cabos chaval, serias un buen detective.

-Gracias, aunque lo dudo. Debemos encontrar a cualquier persona que tenga esas pastillas y quitárselas, cuanto más tardemos, más gente morirá. ¿Cuánta gente podría movilizar?

-Cuanta necesites.

-Eso va a ser mucha.

-Su trabajo es salvar vidas, lo harán.

-Pues vamos allá.

Se dieron un apretón de manos.

Los Hijos del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora