El frívolo Hua Cheng se encontraba molesto cerca de un templo junto a su pequeña hija, había decidido salir lejos junto a ella para así poder distraerse un poco y liberarse del enojo que había dentro de él.
¿La razón? Xie Lian le había dicho que iba a ir a una misión junto a Feng Xin y Mu Qing, pero Hua Cheng no podía ir ya que alguien tenía que quedarse con la hija de ambos y en esa ocasión Pei Ming no podía, Quan Yi Zhen a los cinco minutos podía olvidarse qué estaba haciendo en la mansión paraíso y podía dejar sola a la niña y Qi Rong, bueno, Qi Rong ni se diga.
La razón por la molestia de Hua Cheng era muy obvia, Feng Xin y Mu Qing se habían llevado a Xie Lian el mismo día en que Hua Cheng tenía preparado algo especial para los dos, le había tomado dos meses prepararse para esa ocasión ya que lo que más le costó encontrar fue un lugar en donde Pei Ming no los encontrara y por fin los pudiera pasar una hermosa ocasión a solas.
-Me cago en sus madres, me cago en sus templos.
Hua Cheng iba tirando maldiciones en voz baja mientras con un brazo tenía a Hua Xiao que jugaba con la trenza de su padre y con el otro brazo llevaba ese clásico peluche de zorro que nunca podía estar lejos de la niña.
Mientras caminaba, se encontró con un templo del General Xuan Zhen, Hua Cheng lo estuvo observando por unos minutos con una mirada profunda y fría.
-A'Xiao, aprende esto, si algún dios pendejo viene y se lleva lejos a nuestro Gege, quema sus templos.
Hua Cheng después de decir eso lanzó un fuerte golpe a ese templo haciendo que éste tomara fuego de inmediato, después de eso sintió que un poco de su enojo se iba y así se marchó tranquilamente mientras el templo se quemaba detrás de él.
Después de un rato caminando, llegó a un pequeño mercado que se encontraba en el lugar, quería evitar pasar cerca de la gente pero sin haberse dado cuenta, ya había entrado en el lugar así que no tuvo de otra que seguir en su camino.
En todo el camino las miradas de las mujeres estaban encima de ese Hua Cheng serio, pensaban e incluso comentaban que ese hombre era un hombre misterioso pero a la vez muy hermoso, inclusive, varios hombres hasta se sonrojaron cuando lo miraron andar, Hua Cheng simplemente las ignoraba mientras seguía con su camino.
Hua Xiao simplemente seguía jugando con la trenza de Hua Cheng pero cuando miró en un puesto un pequeño peluche de armiño sus ojos empezaron a brillar y entonces empezó a tirarle de la oreja a Hua Cheng para así darle a entender que quería eso.
-Papi...
-¿Hum?
Hua Cheng observó hacia donde miraba su hija y de inmediato comprendió cuál era la inquietud de la niña, así se acercó al puesto y cuando Hua Xiao miró al armiño quiso tomarlo de inmediato.
-Mami...
Hua Cheng le compró el peluche y la niña empezó a sonreír al ver que tenía tanto un zorro como un armiño juntos.
Hua Cheng pasó un rato en el lugar mientras miraba a su hija jugar con los dos peluches, sentía que su enojo se iba un poco mientras la miraba a ella ya que por lo menos no estaba sólo y se entretenía de ver a su mini versión jugando.
De pronto, Hua Cheng se alarmó al sentir otra esencia maligna en el lugar, algo o alguien estaba emitiendo una esencia igual a la de él, incluso esa energía era más fuerte que la suya, lo que estaba provocando esa esencia era algo más poderoso que Hua Cheng y si era así significaba que inclusive era más malo que él.
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La bendición y sus dos calamidades |HuaLian|
FanfictionEn este fanfic sólo vas a encontrar amor y paz (y putazos). Espero que les guste mi primera historia de "Tian Guan Ci Fu" ♡