2

258 25 17
                                    

Capitulo dos

Marizza.

Dado mi largo historial de fracasos amorosos iba a ser difícil conseguir un chico que me ayude a ganar la competencia por Joaquín. Difícil, por no decir imposible.

Nunca fui buena eligiendo de quien enamorarme, tal vez ese era el problema, yo siempre elegia.

Me obligo a mi misma a que las cosas sucedan, no me dejo sorprender, no dejo que todo fluya.

Mi primer desilusión amorosa fue a los 12 años, conocí a Diego Urcola, no me parecía atractivo, pero había algo en el que llamaba mi atención. Hasta el día de hoy no se que le vi, pero lo vi.

Nos conocimos el primer día de secundaria, yo había estudiado a cada chico del salón, y el único que me convenció para ser mi posible romance fue él.
Me acerque a Diego poco a poco, fui su amiga, su confidente.

La historia terminó cuando el beso a media escuela, y a mi jamás me presto atención, Diego era un mujeriego y yo una idiota por pensar que el iba a estar conmigo. Ni siquiera me consideraba su amiga. Me utilizaba porque sabía que yo haría lo que fuera por él. A Diego le llenaba el ego tener a todas las chicas suspirando por él.
Fue aún más doloroso cuando todos se enteraron que el me gustaba, y claro, se rieron de mí.

Estuve muy triste por un tiempo, hasta que unos meses después, a mis cortos trece años el amor volvió a llamar a mi puerta. Apareció quien yo creí que era el posible amor de mi vida. Lo quería a él, no me importaban los demás.

Conocí al hombre más perfecto de la tierra, Simón.

Era hermoso, el si me atraía, y mucho. Simón era sexy.
Un hombre libre, amante de la naturaleza y los animales, muy maduro para tener diecisiete años.

Era más grande que yo, pero eso para mi no interesaba. Estuve meses intentando llamar su atención, pocas veces cruzamos palabras pero a mi ese corto contacto me había emocionar.
Mi amor por Simón me hizo olvidarme de él idiota de Diego.

Todo para mi fue perfecto, lq vida era color rosa, hasta que Simón se puso de novio. Me enteré de la peor forma, lo vi en el recreo, besando a una chica frente a mí. Claro que esa chica si tenía su edad, ella era sexy, como él, eran una pareja perfecta, y yo solo una niña tonta que lo quería.
Otra vez habían roto mi corazón. Y esta vez la única culpable había sido yo, por inventarme una historia que jamás sucedería.

Llore tanto que me quede sin lágrimas, Mia siempre estuvo a mi lado para apoyarme. Por eso era mi mejor amiga.

Confieso que unos años después me di cuenta que Simón era un estúpido más, pero por lo menos el si era lindo.

A los catorse años por fin conocí al que sería mi futuro novio, lo supe desde que lo vi entrar al salón, quince minutos tarde. Hubiera preferido que no sea así.

Creí que fue amor a primera vista, el no me parecía atractivo, ni tampoco me gustaba mucho su voz, ni su forma de hablar, o de vestir, ni de moverse o respirar. Pero algo tenía, aún no logro comprender que.

Tal vez lo que me gustó de Iván fue que yo le gustaba a él. Fue el primer chico en fijarse en mí. 

Ni siquiera nos dimos tiempo de ser amigos, porque de inmediato nos pusimos de novios, por fin, mi primer novio. Me confesó su amor por chat... yo me conformé con tan poco...

Mi primer beso fue con Iván, y fue asqueroso. Odiaba besarlo, era muy baboso. Odiaba hablar con él, odiaba todo lo que hacía y decía.
Pero presumí a más no poder que tenía novio. Se lo presente a mi familia y a mis amigos.

Como amar a un he man trucho- PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora