Capítulo 10

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-Gracias, gracias Itachi por sustituirme, eres el mejor -el heredero negó -no lo hice por ti, fueron órdenes -Shisui respiró más tranquilo entendiendo que fue una orden, no se veía obligado -además, no me molesta convivir con Naruto, ni siquiera te has dado la oportunidad de conocerlo, es tu marido, deberías ser más consciente -Shisui hacía como que lo escuchaba, pero en su interior estaba pensando en ir a visitar a su amante mientras el rubio no estaba -si lo intento, pero ahora es difícil, ha cambiado bastante desde hace unas semanas -Itachi apretó el ceño -tal vez ya se dió cuenta de tus andanzas, no es estúpido, lo has visto -Shisui volteó los ojos con fastidio -eso no es posible, me cuido bastante -el heredero levantó una ceja con incredulidad haciendo enojar a su primo -es mi vida, no necesito que me juzgues -el menor negó con fastidio -¿qué pasaría si lo pierdes?, ¿te has puesto a pensar que si usa sus influencias con Hokage-sama podrían anular el matrimonio? -Shisui se puso un poco serio -eso no sucederá, sabe que no se puede anular, no lo dejaría hacerlo, es mi esposo y seguirá siéndolo -Itachi lo vio mal -no quieres tenerlo, tampoco quieres que sea feliz, eso es egoísmo puro, creí que eras diferente, bien, me voy, es tarde -el mayor lo vio con reproche -no dirías lo mismo si estuvieras en mi lugar, tal vez debería hablar con tío para cambiar entre ambos, maldita sea -Itachi caminó dejándolo decir estupideces -idiota, no es una maldita moneda de cambio-

Itachi caminó hacia la entrada de la aldea, en ese lugar estaban Guy y Yamato, Naruto se despedía de Kakashi y Tsunade -Itachi -el azabache se inclinó ligeramente en un saludo a la rubia -te agradezco tu apoyo en esta misión, no sólo llevas al jinchuriki de la aldea, llevas a mi niño y me siento más tranquila que seas tú quien lo cuide -Itachi sonrió ligeramente -agradezco la confianza Tsunade-sama -Kakashi lo vio con duda, pero Naruto se veía notablemente más relajado a cuando se enteró que Shisui iría -me pregunto ¿qué piensa Shisui? -ambos menores se tensaron, fue algo evidente en el rubio -no te preocupes sensei, Shisui está feliz de servir al frente a su lado -el Hatake apretó el ceño -vaya-

El equipo salió de inmediato, Tsunade vio a Kakashi con duda -¿qué sucede? -el sensei apretó el ceño -algo me dice que su matrimonio no va muy bien Tsunade-sama -la rubia apretó el ceño -¿Shisui lo trata mal? -el sensei no respondió exactamente -no es mala persona, pero tenía fama de casanova, creí que con el matrimonio tal vez terminaría, pero veo extraño a Naruto, me da a pensar que tal vez ese sea el motivo -la Hokage apretó el ceño con molestia, Jiraiya se había enojado demasiado cuando sucedió lo del compromiso, estaba completamente en contra, sabían que era buen chico el Uchiha eso los hizo tranquilizarse, no detuvieron el asunto del matrimonio porque Naruto había aceptado sin chistar, pensaron que su marido le había agradado, pero si las cosas eran así -hablaré con Shikaku para buscar opciones en ese contrato, no permitiré que mi niño sea infeliz nuevamente, si es así, debemos estar preparados para ayudarlo a salir de ese embrollo, prepararé todo por si se acerca en algún momento a pedir ayuda -Kakashi sonrió agradecido -se lo agradezco Tsunade-sama -ambos caminaron concretando detalles de la guerra.

…..

-Casi me infarto ttebayo, sensei es demasiado perspicaz -Itachi asintió -no dudo que haya hablado con Tsunade-sama y estén buscando ahora mismo soluciones, no fuimos demasiado discretos cuando preguntó -el rubio tenía una gota en la nuca, asintió sabiendo que era el culpable -quería enseñarte algo -sacó de su brazo un pergamino de fuinjutsu, fue girándolo con velocidad ante la atenta mirada de azabache -es este -levantó el pergamino mostrándolo a Itachi, el Uchiha abrió sus ojos demasiado -¿crees que funcione? -el azabache sonrió ligeramente -creo que es perfecto -el mayor concluyó que el pequeño simplemente era juguetón y bromista, no tenía un gramo de estupidez como muchos afirmaban, ese sello era de nivel siete y apenas tenía diez días con el pergamino -¿cuántos clones estás usando para estudiar? -Naruto sonrió con sus ojitos cerrados como un zorro -doscientos, el único inconveniente es el material, pero estoy llegando a la parte de materializar los sellos con mi chakra -la boca del Uchiha se abrió ligeramente haciendo reír al rubio -soy increíble ¿no es así? -Itachi sonrió ligeramente, asintió -Yamato y Guy los observaban, concluyeron que como eran familia había más confianza, era algo extraño que esos dos tuvieran una amistad, uno era demasiado extrovertido, el otro introvertido y a pesar de todo, se veía una química excelente entre ambos.

Por la noche llegaron al primer poblado -¿te molesta compartir la habitación?, ya sabes -el menor negó -por años la compartí con Sasuke, Kakashi-sensei y el resto de los chicos de mi generación, no te preocupes -el Uchiha sonrió ligeramente -el pequeño rubio salía del baño secándose adecuadamente su cabello un poco largo, no demasiado, lo suficiente para rozar su cuello -creo debo cortarme el cabello, está demasiado largo -Itachi negó -te ves bien, no deberías preocuparte por esas cosas, al final eres un doncel ¿no es así? -Naruto abrió sus ojos con algo de sorpresa, sonrió ligeramente, siempre había sido tratado como un chico, nadie había reparado en su situación como doncel, el rubio vio a Itachi entrar al baño, se quedó viendo al espejo su reflejo fijamente, mordió su mejilla, no era bonito, tal vez era uno de los tantos motivos por los que no llamaba la atención de su marido y terminaba con otras chicas, levantó su cabello un poco observando si había diferencia, mordió su mejilla, observó su ropa masculina, aún tenía en el pergamino aquella ropa que Tsunade le había regalado en su boda, tal vez podría empezar a usarla, sentirse lindo y subir su autoestima, no estaba mal, se sentía dañado por el desprecio de su marido, aún recordaba esa mirada de terror cuando intento besarlo, la mirada de molestia cuando robó un pequeño beso, bajó su rostro con dolor en sus ojos, él no era así, nunca había permitido que nadie lo pisoteara y en los últimos meses sus suegros y el bastardo de su marido lo había dañado con sus comentarios, desprecio y sus miradas de superioridad, ni siquiera con el desprecio que sufrió en su infancia de los aldeanos se había sentido así, tal vez era porque esperaba demasiado de su nueva familia y cayó con violencia a la realidad.

Una toalla cayó sobre su cabeza -estás escurriendo agua, ¿aún no te secas? -el rubio dejó ver una gema divertida bajo la toalla, mientras secaban su cabello con velocidad -es que me quedé perdido en mis pensamientos -Itachi sonrió -te enfermarás, debes tener cuidado, bien, estás listo -Naruto sonrió divertido -gracias Itachi -el azabache negó con diversión, entró en su cama, había visto esa mirada triste llena de decepción, quiso distraerlo un poco.

Esto no está bien... (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora