Esto no está bien... (Itanaru)

Capítulo 19

En la madrugada ambos regresaron con una sonrisa boba en sus rostros, Itachi entró en su habitación mientras Naruto entró directamente a cambiarse, ya se habían dado ambos una ducha juntos por la mañana. Naruto salió a ayudar a su adorada y amable suegrita a poner la mesa, la azabache abrió sus ojos con terror al ver el cuello del rubio, lo jaló de la ropa rasguñando su piel y sangrando un poco el lugar -descarado -Shisui salió -Shisui ¿qué significa esta marca? -Naruto apretó el ceño al ver a su esposo, el azabache rascó su nuca con vergüenza, no estaba seguro en qué lugar, pero sabía que había dejado una marca en su marido -lo lamento tía, seré más discreto -el rubio jaló su ropa para zafarse de su suegra -¿puede evitar jalonearme cómo a un niño? -la matriarca lo vio con molestia -aparte de descarado, mal educado -Naruto apretó aún más el ceño.

Itachi y Sasuke salieron del pasillo observando el conflicto, el heredero vio la sangre en su cuello, apretó el ceño -¿por qué sale sangre de tu cuello? -era extraño que Itachi hiciera algún comentario, era exageradamente serio, cuando se enojaba daba aún más miedo que su padre. Naruto mordió su mejilla, apretó el ceño bajando su mirada, Mikoto lo vio mal -no te hagas la víctima, este descarado apareció con una marca en el cuello, simplemente lo agarre de la playera, Shisui evita esas vulgaridades en esta casa -

El heredero levantó su mano, usó ninjutsu médico para sanar al rubio -madre, si tienes que regañar a alguien es a quién lo hizo, Naruto no puede marcarse el cuello solo, evita la violencia -la señora vio mal a su hijo, pero asintió, Shisui suspiró con fastidio, era mejor no hablar, todos tomaron asiento, Fugaku se sentó en la mesa disfrutando del silencio del lugar. Sasuke veía con disimulo al rubio, se veía cabreado, lo conocía lo suficiente para saber que no tardaba en hacer un escándalo y más con lo de su madre. Naruto bajo la mesa sintió la pierna de Itachi rozar la suya, sonrió levemente, sintió lindo ser defendido por alguien, eso era exageradamente extraño.

Al terminar el desayuno ambos corrían hacia la base anbu, trabajaban en el mismo lugar y nadie veía extraña la situación -lamento lo que hizo mi madre -Naruto negó con seriedad -sé que me odian, son algo obvios -Itachi mordió su mejilla con vergüenza, el rubio sostuvo la playera del Uchiha bajo el chaleco anbu, el mayor sonrió al verlo aferrarse a él -¿te parece que saliendo vayamos a cenar a la aldea? -el rubio se sonrojó un poco, asintió débilmente -¿algo así como una cita? -Itachi sonrió divertido -prefiero llamarlo cita, a algo así como una cita -ambos sonrieron divertidos -bien, pero tal vez nos metamos en problemas -Itachi apretó el ceño, mordió su mejilla pensando, tal vez debería alejarse, pero no podía y no quería, no sabía porqué su fuerza de voluntad era mínima a lado del pequeño -tal vez usar un poco el henge no tenga nada de malo -Naruto recibió un beso rápido en sus labios, sonrió divertido.

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Itachi besaba con deseo al pequeño a su lado, se encontraban en un restaurante en la zona roja, era famoso por ser discreto y mantener cubículos cerrados, la comida había estado deliciosa, se saboreaban uno al otro entre risas y besos cortos, sus lenguas jugaban acariciándose suavemente -nena, es verdad, ya no aguanto a mi pareja, es tan berrinchuda -el heredero apretó el ceño -deberías dejarla, eso dijiste hace meses -un silencio se formó -no puedo y lo sabes -Naruto se dio cuenta de lo mismo, pero los ignoró, tomó las mejillas de su acompañante, besó suavemente sus labios -mandemos un clon a casa -susurró -te deseo -Itachi sonrió más tranquilo, por un momento creyó que el rubio iría por su marido, asintió -¿cuánto me deseas? -Naruto subió a sus piernas a horcajadas, lo besó suavemente -demasiado -el Uchiha sonrió besando suavemente los pequeños labios gorditos del rubio, pagó dejando el efectivo, salieron con el henge viendo el cubículo semi abierto del marido del rubio, Naruto los ignoró, su marido le importaba una mierda, corrieron con velocidad hacia su pequeño nido de amor, se desnudaron con velocidad, entraron al pequeño estanque de aguas termales entre risas y coqueteos.