Hina y Temi-Chan

Capítulo 8-Secretos del pasado

En una habitación, se encontraba una pequeña de ojos blancos y cabello azulado, sosteniendo en sus manos un cuaderno violeta que supuestamente le pertenecía, pero extrañamente era la primera vez que lo veía. "Será que...¿este cuaderno, puedo mostrarme el futuro?" Pensó. Si era así, tenía mucha curiosidad con saber que pasaría en unos años más ¿Se convertiría en una kunoichi fuerte como Naruto-Kun? Además ¿Qué sería del rubio? ¿Qué pasaría con Temi y Shikamaru? Sin dudarlo más, se dispuso a leer aquel cuaderno violeta...que le mostraría su futuro.

En una plaza cercana a la academia, se encontraba el moreno sentado en uno de los columpios observando como la pequeña rubia jugaba con una pelota en la arena. No podía creer que Naruto fuera hermano de Temari. Aunque sabía que no podía contarle al rubio sobre ese descubrimiento, al mismo tiempo temía que lo descubriera por si mismo, considerando lo curioso que podía llegar a ser si notaba que los otros le ocultaban algo. Suspiró, no sabía qué hacer.

De pronto, Temari lo miró a los ojos y le sonrió, provocando que el moreno desviara sus pensamientos para concentrarse en ella. Antes de preguntarle si deseaba ir a casa, notó que Temari tenía hambre. Entonces se levantó del columpio y la tomó en sus brazos para caminar juntos a casa. Aún tenía unas horas antes de reunirse con Kakashi en la oficina de la Hokage, así que podían ir a comer. "¿Qué quieres comer? Temi-chan" Le preguntó con cariño, mientras la escuchaba en el camino.

Por las calles de Konoha, todavía corría un rubio de ojos celestes, buscando a la pequeña Hinata, no podía encontrarla nuevamente. De de repente, sus pasos se detuvieron al visualizar como una gran multitud de mujeres estaban reunidas en plena vereda. "Tal vez...ellas puedan saber algo" Susurró y se acercó a ellas con determinación.

—No entiendo como los padres de hoy pueden ser así. —Comentó una.

—Sí, tienes toda la razón. Pobre de esa pequeña, si yo fuera su madre me la llevaría lejos.

—¿Y si no tiene madre? —Preguntó una horrorizada.

—Es posible...si es así, pobre de ella.

—Disculpen. —Las interrumpió el rubio. —¿Han visto a una pequeña de unos cuatro años? Mide como esto, tiene los ojos perlados y su cabello es corto.

—¿Eh? Se parece a la pequeña de la que hablamos.

—Entonces...¿La han visto?

—Por supuesto, ella estuvo en peligro hace un momento. —Respondió una mujer preocupada. —Un hombre malvado que decía ser su padre, quería llevársela a la fuerza a su mansión. Hasta que un chico de cabello castaño y ojos similares a los suyos, la rescató.

Tras haberle agradecido por la ayuda, corrió a toda velocidad hacia la mansión Hyuuga para rescatar a Hinata, de seguro estaba asustada por la situación que estaba viviendo, teniendo en cuenta que todavía la temía a su padre.

Unas horas más tarde, se encontraban Shikamaru y Kakashi observando como la Hokage se apoyaba en la mesa enfadada, de seguro pensaba que le estaban jugando una broma y no creía en la historia mencionada. Pero lamentablemente no lo era.

—¡¿Cómo me dicen estas cosas?! —Gruñó Tsunade. —Todos sabemos que Naruto es hijo único y Temari tiene dos hermanos.

—Yo también creía eso, Tsunade-sama. Pero la vedad es otra. —Explicó Shikamaru.

—Tsunade-sama...yo creo que lo mejor es que escuche la historia. —Murmuró Shizune. —Sé qué es difícil de creer, para mi también lo es, ya que todos sabemos que Naruto-kun no tiene más hermanos y Temari-san si los tiene. Sin embargo, en este último tiempo que he vivido en Konoha, hemos descubierto miles de cosas que antes no creíamos ciertas, así que, no me extrañaría que esto sea real.