En su primer día con Temi, Shikamaru sentía que estaba exhausto, teniendo en cuenta que nunca antes había tenido que cuidar a una niña pequeña y no tenía nada de experiencia en ello. Lo peor de todo, es que no podía asignarle a otro la misión de cuidarla por algunas horas, porque la rubia tenía tanto apego hacia él, que no podía dejarla sola. Incluso su propia madre se había negado a su petición, diciéndole que si ya era lo suficientemente grande como para tener un apartamento solo también lo era para hacer esa tarea. Es más, eso le ayudaría a madurar.
Shikamaru caminó por las calles de Konoha en silencio, no podía aceptar otras misiones si tenía que cuidar a Temi, así que debía buscar otra cosa que hacer mientras. El moreno estaba tan ensimismado en sus propios pensamientos que no se detuvo a pensar en la niña que iba detrás de él, quien a pesar de ser inquieta, caminaba cada vez más lento. Entonces se percató que ya no lo seguía y se detuvo a mirarla. Temi estaba mirando el suelo pensativa, por lo que Shikamaru se hincó a su altura para dirigirse hacia ella.
—¿Tienes hambre? ¿O estás cansada? —Le preguntó, notando como el estómago de la pequeña sonaba y también la vio bostezando a la vez. —Ya veo, iremos a comer. Y luego podrás dormir ¿Te parece?
—Está bien.
Después de comer en un lugar cercano, Shikamaru llegó a su departamento con la niña en sus brazos. La misión más compleja fue entrar por la puerta, considerando que tenía a la niña en un brazo y en el otro la mochila que había preparado su hermano con "mucho cariño" más una bolsa con víveres para la semana. Cuando por fin pudo entrar a su departamento, y dejar las cosas en el suelo, sólo en ese momento se percató de un insignificante detalle...aunque tenía dos habitaciones, sólo había una cama. Ahora entendía cuando la chillona de su compañera le decía que se comprara otra en caso de visitas, considerando que las veces que él y Chouji habían deseado quedarse, tuvieron que dormir en el suelo.
Miró a la niña en sus brazos y pensó en qué hacer. No era un buen plan depositarla en el sillón, ya que podría tener un resfriado. Por ese motivo, la llevó a su habitación y la dejó en el colchón para que durmiera. Cuando tomó la mochila que le había enviado Gaara, se percató que no había ropa atingente para una niña de su edad, dado que todas las prendas superaban su talla. Además, uno de los pijamas que la rubia que solía usar seguido, era precisamente uno sexy y eso no era nada adecuado. Suspiró, no sabía en qué estaban pensando sus hermanos en ese momento. Entonces sacó una de sus camisetas del cajón y se la puso con cuidado. Le sacó sus dos coletas y la arropó en silencio.
Al revisar la mochila con más atención, se percató que no sólo los pijamas no eran atingentes, sino también habían empacado vestidos demasiado grandes, uniformes de pelea, e incluso una calceta suelta. Parecía que realmente les habían molestado tanto los gritos de la rubia que quería deshacerse de ella lo más rápido posible. "Tendré que comprar ropa, ya que nada de esto le quedará bueno" pensó, analizando la situación. Cerró la maleta sin sacar nada, afuera las primeras estrellas empezaron a salir y el departamento comenzaba a estar a oscuras. Después de preparar todo, se quedó profundamente dormido sin haberlo planeado.
Por otro lado, el día del rubio también había sido complejo, si bien tenía muchos deseos de ir a entrenar para hacerse más fuerte, ahora no podía hacerlo, porque debía cuidar a la pequeña Hinata. En primera instancia, habían ido a su departamento a dejar sus cosas. Como no tenía visitas a menudo, no sólo tenía ropa tirada por todos lados, sino también habían cajas de leches vacías y nada que comer en el refrigerador.
—¿Pasa algo? Hinata. —Preguntó el rubio preocupado, al ver su rostro más pálido de lo normal.
—Pues...tengo...hambre.
—Ah ya veo, entonces iremos a comer Ramen de Ichikaru. —Le sonrió. —Y luego iremos de compras ¿Te parece?
—Sí. —Sonrió Hinata.
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Hina y Temi-Chan
ФанфикComo en el mundo ninja todo es posible, tras una misión inesperada, dos kunoichis de aldeas diferentes son rejuvenecidas por un jutsu prohibido, el cual genera que vuelvan a ser niñas de 4 años, perdiendo todos sus recuerdos. ¿Qué ocurre cuando a d...