EXTRA - PARTE 1

248 20 14
                                    

Lexie

30 de noviembre, 2028

Me empino sobre la escalera que sostiene mi peso para alcanzar el punto que he elegido para colocar el adorno que cuelga de mi mano. Me concentro en no caerme y presiono mi mano contra la pared, asegurándome de que mi esfuerzo no sea en vano una vez que vuelva al suelo. Fallo, por supuesto; apenas libero la punta de la guirnalda, esta se libera con gracia y desciende hasta tocar la base de la escalerita. Suspiro, frustrada.

Escucho la puerta abrirse y me giro, mi mueca de frustración se convierte en una sonrisa cuando veo a Finn cruzar el umbral. Noto como me busca con la mirada y el calorcito familiar me recorre entera cuando me encuentra.

—¿Todo bien? —indaga, se quita la camiseta en el camino hacia donde estoy.

Puede que esté babeando un poquito.

» Jane dejó un poco de vómito de bebé —explica cuando llega a mí—. Aunque no te veo quejándote.

Sonrío en cuanto sus manos rodean mi cintura para bajarme de la escalera.

—No estás dando una mala vista, por supuesto que no me quejo—respondo—. Pudiste traerla contigo.

—Se quedó dormida antes de que me fuera.

Formo un puchero con los labios, esa pequeñita se ha adueñado de mi corazón. Finn aprovecha mi mohín para robarme un beso. Un pico que se transforma en algo más cuando su lengua juguetona se abre paso entre mis labios. Sus manos se encargan de deshacer el moño improvisado que ataba mi cabello y sus dedos se enredan en mis mechones sueltos, manejándome a su antojo. Me pego a su cuerpo, buscando algo de fricción que encuentro sin mucha demora.

—¿Te importa mucho si interrumpo tu plan de decorar? —indaga bajando por mi cuello, esparciendo besos húmedos que me tienen aferrándome a sus hombros—. Prometo ayudarte luego.

Me rio y aprieto los muslos cuando deja un mordisco en mi clavícula.

—Creo que no tengo inconvenientes si continúas así de dispuesto a complacer.

—Yo siempre estoy dispuesto a complacerte —me sonríe socarrón, volviendo a mis labios—. Se me ha antojado algo.

Vuelve a bajar, esta vez hasta estar de rodillas y se deshace de mis shorts junto con mis bragas, dejándome desnuda de la cintura para abajo. Me mira desde ahí, me deja ansiando siquiera una porción de todo lo que sus ojos me prometen. Se acerca a mi entrepierna, percibo su respiración y gimo cuando su lengua le brinda un generoso toque a mi centro. Mierda.

Años, han transcurrido años y el imbécil sigue volviéndome loca con su jodida paciencia. Su boca se pasea por los alrededores, pero no vuelve a posar los labios ahí donde lo necesito. Me aferro a su cabello, una indirecta bastante directa de que mi paciencia se agotó hace mucho.

Se pone de pie, no sin antes dejar un mordisco en mi cadera, en el lunar que parece adorar casi tanto como yo adoro el de su pómulo.

—No mates la diversión, impaciente —se burla en mis narices, estoy por reprochar, pero sus manos en mi trasero me pegan a su entrepierna.

—Joder —jadeo.

—Exacto, eso haremos —me roba un pico.

Se inclina para alzarme y hacer que mis piernas rodeen su cintura, mi sexo hace contacto directo con su erección que se encuentra firme y lista para penetrarme. Me froto contra él, buscando alivio para la necesidad que late en mi interior. Sus manos estrujan mi culo, pegándome más, robándome otro gemido que libero contra su boca. Pienso que va a llevarme a la habitación, pero me equivoco, percibo la superficie fría y me estremezco.

This Is Lexie © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora