CAPÍTULO 44

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16 de abril, 2023

Volvimos a Nueva York al día siguiente de mi encuentro con Catalina. Washington no es mi ciudad favorita. No he salido del departamento desde que llegué y Finn no me ha dejado sola desde entonces, me preguntó en más de una ocasión si quería privacidad y siempre respondí con una negativa.

Finn no representa amenaza para mi privacidad, no hace falta que pretenda cuando estoy con él; al contrario, me siento libre de desnudar los lados menos hermosos de mi ser.

Estamos recostados en la cama, mi espalda contra su pecho y mis dedos jugando con los suyos, el silencio nos envuelve, no he dicho demasiado en estos días. Monosílabos, más que nada, bisílabos si había suerte y trisílabos que llegaban como lluvia en medio de la sequía. Mi cerebro estaba muy ocupado pensando como para preocuparse de armar conversaciones agradables. Es probable que no haya sido la mejor compañía, pero no he escuchado quejas.

—Finn —lo llamo, mi voz suena ronca debido a la falta de uso.

—Dime, amor —se incorpora para poder verme—. ¿Quieres comer? ¿Beber agua?

Niego.

»¿Qué puedo hacer?

—Puedes salir a dar una vuelta, si quieres —me mira con el ceño fruncido.

—¿Quieres que salga a dar una vuelta? —pregunta.

—¿Tú no quieres?

Se sienta contra el espaldar de la cama y me jala a su regazo, mis brazos se mueven a sus hombros, rodeándolo.

—Aclaremos algo, ¿de acuerdo? —asiento—. No me molesta ni aburre estar aquí contigo, Lexie. Si quisiera irme, ya lo habría hecho. Dime si necesitas espacio y puedo salir, no voy a enfadarme porque entiendo que podrías querer estar sola. Pero si me quieres aquí, no tengo inconveniente en permanecer junto a ti.

—Creo que estoy pensando demasiado —confieso.

—Desde hace días que no hablas tanto —me sonríe acariciando mi pómulo—. ¿Qué pasa por esa cabecita, si se puede saber?

—Lo de Catalina no duele tanto como pensé —dejo salir—. Pero no lo sé, no sé cómo me siento con todo esto. ¿Cómo debería sentirme al saber que solo me veía como un medio para que su empresa siguiera creciendo?

» Al confirmar —me corrijo—. Siempre lo pensé, pero ella me lo confirmó.

Suspira, sin dejar de mirarme, parece elegir sus palabras.

—Creo que cualquier sentimiento es válido, Lex. No hay un parámetro de reacciones ante diferentes circunstancias, si quieres gritar, es válido, si quieres llorar, también lo es; si quieres guardar silencio, es una reacción entendible.

Me acurruco sobre él, paseo la nariz por su cuello, llenándome del aroma familiar, de la sensación hogareña que desprende. Su mano acaricia la mía.

—¿Sabes cuándo vuelve Ada? —pregunto.

Ha intentado llamarme en más de una ocasión, pero no he tenido ánimos para atender llamadas.

—Ya debe estar llegando, Benjamin gestionó todo para que volviera cuanto antes —me informa.

—No quería preocuparla —me lamento.

—Es tu mejor amiga, no puedes esperar menos.

Como si la hubiese invocado, escucho la puerta de la entrada abrirse, mi puerta está abierta, por lo que la voz de mi rubia se oye con claridad. Pregunta por mí y no tarda en aparecer bajo el marco de la entrada a mi habitación.

This Is Lexie © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora