CAPÍTULO 50 [FINAL]

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Please, don't ever become a stranger whose laugh I could recognize anywhere - Taylor Swift

24 de mayo, 2023

Estoy recostada sobre la cama de Ivette, ella está a mi lado mientras vemos una película de Barbie. Es de las últimas que han salido y me encuentro atenta a cada escena porque me he visto las antiguas en más de una ocasión, pero las nuevas ni siquiera una. No me agrada demasiado la cantidad de cambios que fueron haciéndole al diseño de Barbie.

—Lex —me llama.

—¿Qué sucede?

—¿Vas a volver?

Me giro a verla, le pongo pausa a la película.

—Claro que sí —le acaricio el brazo—. Claro que volveré.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo —beso su frente.

Deja de prestarle atención al televisor para enfocarse en mí. No sé qué quiere decir, pero aguardo por ello. No hemos conversado con respecto a lo que mencionó en su carta, nunca le pregunté porque no quería presionarla y tengo la leve sospecha de que eso es lo le está cruzando por la mentecita.

—Iv —tomo su mano, más pequeña que la mía—. ¿Qué sucede? Sabes que puedes decirme lo que sea.

—Practiqué esto incluso antes que supiera que eras mi hermana —sonríe—. Pero no me sale. Solo quería agradecerte, Lex.

—¿Agradecerme?

Asiente.

—En la escuela me molestan —me dice bajito y su vocecita rota me duele—. Al inicio no entendía mucho, la mayoría de mis compañeras son delgadas, supongo que yo lo soy más. Ellos me hacían llorar, Lex, pero tú me ayudaste.

La acojo entre mis brazos, me sigue hablando, la dejo hacerlo. Me repite cada palabra que le han dicho, cómo es que la hicieron dejar de usar algunas prendas. Reconozco en ella los sentimientos que me embargaron cuando tenía su edad. A los doce, buena parte de mis compañeras empezaban a desarrollarse, se ensanchaban las caderas y los pechos empezaban a crecer, yo seguía igual, solo crecía de estatura, resaltando entre todas ellas.

—¿Es solo parte de la adolescencia? —me pregunta.

Me agarra fría, porque temo decirle que el demonio de la inseguridad no se queda en la adolescencia, no quiero asustarla.

—No lo creo, cariño —le acaricio el cabello—. Pero puede mejorar, eso sí, puedes seguir y lidiar mejor con las críticas. Aprendes a ignorar lo que dicen, porque conoces tu valor, reconoces que tu belleza es tuya, es única. Quien debe verte bella, eres tú, Ivette. Porque la subjetividad del mundo puede cambiar de un día para otro y eso no será culpa tuya, no tendrías por qué cargar con las consecuencias.

—Gracias —me aprieta contra su cuerpecito.

—Eres preciosa, Ivie —le beso la frente—. Eso no lo dudes nunca, ¿de acuerdo?

—Promesa.

La abrazo otro poco, sintiéndola cálida, pequeñita. Me prometo protegerla siempre, para que su esencia no se ensucie, para que no la opaquen. No sé en qué momento acabamos dormidas, pero percibo el momento en que el un olor peculiar y conocido me inunda las fosas nasales antes de que sus labios se presionen contra mi frente tres veces, siempre son tres veces.

Abro apenas los ojos, él me sonríe.

—¿Te desperté?

Niego.

This Is Lexie © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora