CAPÍTULO 43

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But piece by piece, he collected me up off the ground, where you abandoned things. Piece by piece, he filled the holes that you burned in me at six years old - Kelly Clarkson

Mis manos tiemblan en mi regazo, es lo más cerca que he estado de ella con tanta privacidad. Me mira con desdén y debo pretender que no me afecta. No le importo, ella tampoco debería importarme, pero no puedo evitar pensar en los motivos que la trajeron a este punto.

—¿Vas a decirme que haces aquí? —pregunta con dureza—. Me dijeron que vería a una inversionista, me dejaste en claro que no tenías interés en este mundo.

—¿Quién es Gilbert Marie? —la interrogo, no me apetece dilatar esto.

Su rostro se descoloca. El poco rubor de su rostro se desvanece del todo y sus manos se aferran a la madera del escritorio que se encuentra entre nosotras.

—¿De dónde sacaste ese nombre? —vuelve a preguntar, con menos dureza.

—Vino un hombre a decirme que era mi padre, ese hombre es Gilbert Marie —respondo—. Le dijiste que te llamabas Charlotte Madison, ¿me equivoco?

Maldice entre dientes, no se esperaba esto, la he tomado con las armas abajo, con los escudos en descanso.

—Sabía que ese idiota arruinaría todo —masculla.

—¿Perdón? —indago—. ¿Entonces está diciendo la verdad?

Está evadiendo mis ojos, yo necesito que me mire. Que me diga a los ojos que me ha mentido toda mi vida.

» Catalina —la llamo—. ¿Ese hombre es mi padre?

Solo somos nosotras, Finn y Alex están aquí, pero ninguno interviene. Siento su presencia, sin embargo, la única que tiene mi atención es mi madre.

—Tienes su jodido carácter —replica.

—No es eso lo que te estoy preguntando —doy un paso adelante, disminuyendo la distancia que nos divide—. ¿Es mi padre?

—¡Sí! —me grita—. Es tu maldito padre porque fui tan idiota como para no usar bien el jodido condón.

—Me mentiste —la encaro—. Él no nos abandonó.

—Fue por tu bien, deberías agradecerme —se cruza de brazos.

—¿Mi bien? —me rio irónica.

—Un blandengue como ese no servía para padre —agrega—. No sirvió de mucho, resultaste igual a él.

—¡Me dijiste que no me quería! —le grito.

—¡Bájame la voz! —replica.

—¡Me importa un carajo faltarte el respeto!

Su mano sale del cruce de brazos para venir a parar a mi mejilla, pero la detengo en el camino.

—No te atrevas a golpearme otra vez, Catalina —apreso su muñeca con cólera.

Me duele hablar, tengo un nudo gigante en la garganta que se agranda con cada pensamiento que va desenredándose en mi mente.

—¿Por qué me mentiste? —pregunto.

—¿Querías que te dijera que tu papá era un bueno para nada, soñador, con la mente en las nubes? Necesitabas una figura fuerte a tu lado, él no servía para criar a la hija que heredaría este imperio.

—Lo hiciste por ti, entonces —concluyo.

—¡Fue por ti!

Se me escapan dos lágrimas, las seco, sin dejar de retener su muñeca.

This Is Lexie © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora